23:30 › LA SANTA PURGA
En la Santa Sede es casi un hecho que el papa Francisco aceptará la renuncia del cardenal y secretario de Estado, Tarcisio Bertone, en los próximos días, y con él comenzará el saneamiento de la estructura vaticana para la que el pontífice argentino fue elegido en marzo. Desde la publicación de los Vatileaks, Bertone fue uno de los que quedó implicado en pujas de poder y "tráfico de influencias".
Entre los candidatos a suceder a Bertone asoman dos italianos: el arzobispo Pietro Parolin, nuncio en Venezuela, y el cardenal Giuseppe Bertello, gobernador de la Ciudad del Vaticano. El diplomático, de 58 años, tiene más chances que el purpurado para ocupar el cargo. No obstante, la figura de Bertello sigue en ascenso.
De esta manera, Bertone dejará el puesto del "número dos" del Vaticano, luego de ocupar el cargo por 7 años, en una gestión cuestionada. La filtración de documentos reservados puso al purpurado salesiano en el centro de un escándalo, por su presunta injerencia en asuntos financieros o por ponerle freno a las reformas de fondo que quiso encarar el papa emérito Benedicto XVI.
"La parte económica yo pensaba tratarla el año que viene, porque no es lo más importante que había que tocar... pero uno va por aquí y le patean un golazo de allá", resumió Francisco hace unas semanas en el vuelo de regreso a Roma tras presidir la Jornada Mundial de la Juventud. El pontífice aspiraba a reformular la curia desde su asunción.
El Papa ya en algunos cambios al nombrar hoy como secretario general del "Governatorato" vaticano al sacerdote español Fernando Vérgez Alzaga. Un puesto clave a la espera del inminente anuncio del sucesor de Bertone.
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