El anuncio fue hecho por el titular del Comité Olímpico Internacional (COI), el belga Jacques Rogge, quien minutos antes había anunciado el desaire para Madrid, que con el de hoy es el tercer desaire consecutivo en elecciones por sedes olímpicas. En 2005 perdió ante Singapur para los Juegos de 2012 y segunda en 2009 en Copenhague para los de 2016.

Estambul, en tanto, aspiraba a organizar los primeros Juegos de la historia celebrados simultáneamente en Europa y Asia, aunque se consideraba que los escándalos de doping y las protestas sociales en el país habían mermado sus posibilidades.

Por la mañana, los jefes de Estado de Turquía, Recep Tayyip Erdogan; de Japón, Shinzo Abe; y de España, Mariano Rajoy, habían expuesto ante las autoridades olímpicas sobre las bondades de las ciudades que candidatearon.

Shinzo Abe volvió a afirmar que la situación de contaminación de Fukushima "está bajo control" y que la capital japonesa no tendrá ningún inconveniente. "Tokio es una de las ciudades más seguras del mundo, ahora y en el 2020. Algunos estarán preocupados por Fukushima, pero la situación está bajo control. No ha tenido nunca ni tendrá impacto sobre Tokio".

Es que el mayor problema que enfrentaba la capital nipona era la reciente fuga de la planta nuclear de Fukushima, sacudida durante el tsunami de 2011. "Logré aclarar varios malentendidos. En especial sobre la situación de las aguas contaminadas en Fukushima, que pudieron ser aisladas", había explicado el primer ministro japonés.

"El mundo está preocupado por Fukushima. Déjenme decirles que la situación está bajo control. No le hizo y no le hará ningún daño a Tokio", dijo hoy con voz y gesto enérgico durante la presentación de la candidatura ante el COI y precisó: "El impacto del área contaminada se ha aislado a una zona de 0,3 kilómetros cuadrados", continuó Abe. "Hemos realizado monitoreos en la región costera de Fukushima. Las normas de seguridad de Japón tanto para alimentos como para aguas tienen el nivel más estricto del mundo".