Como en todos los actos que realizan cada 22, los familiares hicieron sonar una sirena para recordar a las víctimas accidente, y en esta oportunidad agregaron a quienes murieron en Castelar, en junio pasado, y a los 80 heridos el sábado último.

En un documento que leyeron en el andén reclamaron "cambios" en el sistema ferroviario para evitar nuevas tragedias y pidieron que "los nuevos legisladores" puedan trabajar "de cara a los trabajadores y usuarios de los ferrocarriles".

Paolo Menghini, padre de un joven que murió en Once en 2012, reclamó al Gobierno que "trabaje para prevenir" accidentes ferroviarios a fin de "no volver a llorar muertos y heridos". Afirmó que "toda la estructura está colapsada, debe trabajarse en todos los estamentos. La responsabilidad del Estado es ineludible".

Los Familiares advirtieron que "quien sube a un tren no sabe si va a salir vivo", a 20 meses del accidente que causó 51 muertos y más de 700 heridos, y tres días después de un nuevo siniestro en esa terminal. En el documento, ratificaron su "lucha para que nadie más sea víctima de una tragedia previsible".

Además, apuntaron al ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, al que calificaron como un "experto en tratar de deslindarse de lo que le toca en momentos trágicos" y al que acusaron como el "responsable político de todo lo que suceda en su área, la de Transporte".