A través de un comunicado, Repsol informó que "ha analizado y valora positivamente el principio de acuerdo anunciado por el Gobierno argentino acerca de la compensación por la expropiación del 51 por ciento de la participación accionarial de Repsol en YPF".

La compañía añadió que iniciará "en breve plazo" las conversaciones con el Gobierno argentino para "buscar una solución justa, eficaz y pronta a la controversia". Además, informó que en el Consejo de Administración se acordó la contratación de "un Banco de Inversión de prestigio internacional para apoyar al equipo de Repsol y facilitar una conducción profesional del proceso".

El preacuerdo fue alcanzado en una reunión celebrada el pasado lunes en Buenos Aires, de la que no participó el presidente de Repsol, Antonio Brufau, pero que contó con representación de algunos de sus principales accionistas, como los presidentes de la entidad financiera La Caixa, Isidro Fainé, y de la petrolera mexicana Pemex, Emilio Lozoya. El acercamiento de posiciones fue auspiciado por los gobierno de Argentina, España y México. En las negociaciones tuvieron activa participación el ministro de Economía, Axel Kicillof, su par español de Turismo, Energía e Industria, José Manuel Soria, y el embajador argentino en España, Carlos Bettini.

Su aprobación por la firma española se dio tras un encuentro que se prolongó por cuatro horas en la sede de Repsol en Madrid. Según medios españoles, contempla un pago en forma de bonos del Estado a diez años, por una suma total de unos 5000 millones de dólares.

El órgano de administración de la compañía española también respaldó a la conducción de Brufau, aunque ese punto, a diferencia de los anteriores, no fue aprobado por unanimidad. El comunicado expresa "el pleno apoyo a la estrategia y a la gestión que viene desarrollando el equipo de dirección, conforme a las mejores prácticas de gobierno corporativo". Los representantes de Pemex, propietaria del 9,49 de las acciones, votaron en contra.

Tras la aprobación del preacuerdo, la petrolera estatal mexicana calificó como "una buena señal" la decisión adoptada por el Consejo de Administración de Repsol. A través de un comunicado, agregó que confía en "una actuación responsable" de la dirección "para formalizar a la brevedad dicho acuerdo, lo que redundaría en beneficio de la compañía y de todos sus accionistas, evitando a la empresa un largo y complejo proceso de resultado incierto". En las últimas semanas, los directivos del tercer accionista en importancia de Repsol criticaron al presidente Brufau por sus manejos al frente de la empresa.