El vicepresidente segundo del club de Liniers, Julio Baldomar, aseguró que la cancha "estará habilitada" e intentó bajar los decibeles para encarar el encuentro como "una fiesta" del fútbol. "El estadio tuvo una primera inspección y hay algunas cosas que no se terminaron de sacar. Mañana, a las seis de la tarde se hará una nueva inspección como se hace siempre que tenemos un recital y no habrá ningún problema con la habilitación", agregó el vicepresidente.

En caso de que los organismos de seguridad no habiliten el estadio, Vélez-San Lorenzo se podría jugar a puertas cerradas o con público local, pero en otro escenario.

La inspección estuvo a cargo de la Coordinación de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos del Ministerio de Seguridad, la Policía Federal Argentina, del Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos Aires y de la Secretaría de Deportes de la Nación.

El viceministro de Seguridad nacional, Darío Ruíz, señaló que "si Vélez no cumple con los requisitos, el partido se jugará sin público". "La comisión técnica fiscalizadora compuesta por veedores del Ministerio de Seguridad, del gobierno de la ciudad, arquitectos, bomberos de la Policía Federal y efectivos de la misma fuerza determinaron que hay muchas fallas y hoy el estadio no está habilitado para que se juegue el partido", señaló.