El presidente del Ejecutivo vasco, Íñigo Urkullu, se comunicó con el presidente del gobierno español tras conocer el contenido del comunicado de los etarras presos y espera ahora reunirse con Rajoy para tratar diversas cuestiones relacionadas con los presos y para presentarle su plan de paz para la región del norte de España.

El presidente regional -del partido nacionalista PNV- recordó que su gobierno reclama al Ejecutivo español desde hace tiempo una flexibilización de la política penitenciaria y la transferencia de la administración de las prisiones. Urkullu valoró el comunicado de los detenidos como "un avance significativo" y pidió nuevos pasos "firmes" y "rápidos" hacia el desarme de ETA, que anunció el cese definitivo de la violencia hace dos años, y que en sus casi cincuenta años de existencia asesinó a más de 800 personas. Apostó, además, por la llamada Vía Nanclares para la reinserción de los presos: un programa voluntario impulsado por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011), que exige el arrepentimiento por los crímenes cometidos.

Si bien el gobierno central del Partido Popular no se pronunció de forma oficial acerca del comunicado de los etarras, sí lo hicieron algunos miembros del PP, que consideraron el comunicado "insuficiente" y pidieron la disolución definitiva de ETA.