El tribunal de apelaciones dejó así en condiciones al juez federal Rodolfo Canicoba Corral de formular el requerimiento de juicio contra Telleldín, ya que las seis querellas del caso y la fiscalía formularon ya sus peticiones para enviarlo al proceso, luego de la orden de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que revocó su absolución el 27 de mayo de 2009. Telleldín volverá a ser juzgado por haber sido, según la causa, el último poseedor de la camioneta Trafic que se acondicionó como coche bomba y detonó en Pasteur 633 el 18 de julio de 1994, en el atentado contra la mutual judía que mató a 85 personas y dejó heridas a varios centenares.

El fallo de los camaristas Jorge Ballestero y Eduardo Farah, al que accedió la agencia oficial Télam, recordó que la Corte fue la que "ordenó la sustanciación de un nuevo debate y en definitiva la que selló la suerte que debía correr el proceso iniciado en perjuicio" de Telleldín, quien había sido absuelto en un juicio oral por el Tribunal Oral Federal 3 junto con todos los acusados de la supuesta "conexión local" del ataque ante las graves irregularidades de la investigación.

La Cámara rechazó varios planteos de la defensa oficial de Telleldín, entre ellos un pedido de sobreseimiento por prescripción, al ratificar la decisión de declarar al atentado al a AMIA como un delito de lesa humanidad, en sintonía con lo resuelto por Canicoba Corral en el 2006. También se desecharon planteos para cuestionar la actuación de las seis querellas que tiene ahora la causa, los requerimientos de elevación a juicio de cada una y de la fiscalía y una excepción por falta de acción a raíz de la demora en la tramitación del proceso.

Los camaristas advirtieron que Telleldín, actualmente abogado, está procesado y enviado a juicio oral por "peculado" a raíz del cobro ilegal de 400 mil dólares a cambio de declarar contra expolicías bonaerenses e involucrarlos en el ataque, cuando el caso era llevado por el destituido exjuez federal Juan José Galeano. Los policías pasaron detenidos casi una década y fueron absueltos en el mismo juicio que Telleldín en 2003.

Telleldín fue detenido poco después del atentado en base a la numeración del motor de la Trafic recuperado entre los escombros de la AMIA y que llevó a su persona como último poseedor registrado. El entonces mecánico, que se dedicaba a regentear prostitutas y reducir autos robados, según él mismo dijo en la causa, guardó silencio sobre el destino del vehículo hasta que declaró en indagatoria habérselo entregado a un grupo de policías bonaerenses el 10 de julio de 1994, tras publicar un aviso de venta en un diario.

Durante el juicio oral el Tribunal dio por probado que Telleldín declaró tras recibir el pago ilegal y anuló toda la causa AMIA. Pero ante la apelación de las querellas AMIA y DAIA, la Corte Suprema anuló parte de ese veredicto y validó lo hecho en la pesquisa hasta antes de la apertura del legajo que involucró a los policías bonaerenses y Telleldín volvió a quedar procesado.

Telleldín estuvo preso hasta su absolución y en la cárcel se recibió de abogado, profesión que ejerce en la actualidad.