"Tuve una agenda activa en cuatro eventos simultáneamente, no tuvo nada de excepcional, son las reuniones ordinarias que se realizan todos los años. Todos los años Argentina y el ministro de Economía participan de estos encuentros. Lo aclaro simplemente porque hay un prejuicio del diario Clarín y La Nación, dándole una importancia a mi presencia en esos encuentros", indicó Kicillof en conferencia de prensa desde el Palacio de Hacienda.

El ministro agregó que "el organismo con el país tuvo una relación que todos conocemos y que no fue para provecho de la economía argentina; nosotros nos emancipamos de esa relación financiera que había", afirmó el ministro, que recordó que en 2006 Argentina pagó la totalidad de la deuda con el organismo.

Kicillof señaló que durante el cónclave compartió el punto de vista del gobierno nacional "sobre la situación mundial y sus perspectivas, que es lo que se estaba tratando" e insistió que "es crítico respecto de determinadas recetas y posiciones del Fondo y no estamos de acuerdo con algunas proyecciones que tiene". "El punto de vista discordante no es solo el nuestro, muchos países han expresado su posición abiertamente", aclaró.

Sobre la postura argentina expresada en el G20, dijo que los países emergentes expresaron su preocupación sobre el riesgo de "graves problemas financieros y cambiarios", en caso de que la "débil recuperación" en los países centrales sea interpretada como el fin de la crisis.

Durante la reciente asamblea del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, dijo Kicillof, se advirtió sobre la "presión" que puede poner el retiro de estímulos en las naciones desarrolladas, que obligará a los emergentes a elevar tasas de interés y aplicar restricciones monetarias "para competir con los flujos financieros internacionales, y no sufrir corridas que afectan su tipo de cambio y su posición financiera general".