En 2013, el maquinista impactó por detrás la formación Chapa 19, que estaba detenida sobre las vías en cercanías de la estación de Castelar. En su presentación de 100 carillas --a pedido del juez federal de Morón Jorge Rodríguez, quien cerró la etapa de investigación en marzo--, el fiscal Basso recordó que el motorman ni bien partió de la estación Morón se topó con señales luminosas que indicaban que debía tener precaución y luego detenerse, y pese a ello continuó su marcha hasta impactar con el otro tren.

"Ante una señal fija absoluta en peligro López debió haber empleado todos los medios que se hallaban a su alcance para detener el tren a los efectos de no traspasarla", consideró en la presentación.

Basso dictaminó que el motorman no sólo no frenó la formación, sino que condujo con "permanente tracción y con ascenso de velocidad". "López debió haber empleado todos los medios que se hallaban a su alcance para detener el tren", subrayó.

El fiscal basó su acusación en el peritaje hecho durante la etapa de instrucción que descartó que la formación haya tenido algún desperfecto en el sistema de frenos. Por eso, el funcionario sostuvo que el accionar de López fue el que "determinó la producción de los resultados fatales".

Con argumentos similares, el abogado querellante Gregorio Dalbón acusó a López por "estrago doloso agravado por la muerte de personas", cuya escala penal trepa hasta los 25 años de prisión.