Aunque el diálogo se topó con el inevitable desacuerdo acerca de los denominados presos políticos y el regreso de los exiliados, se acordó la creación de una comisión médica que revise el estado de salud del comisario Iván Simonovis, condenado por asesinato durante el fallido golpe de 2002, y que los opositores han reivindicado como un caso político y reclaman como caso "humanitario" por su situación de salud.

El vicepresidente de la Mesa de la Unidad, Jorge Arreaza, quien presidió la comitiva del oficialismo, señaló que el propósito de ampliar la Comisión de la Verdad es que "se incorporen personalidades de mutuo acuerdo" para "trabajar, hacer las investigaciones, entrevistar y llegar a la verdad". "Debemos destacar que la reunión si bien nunca está exenta de tensión, siempre se llevó a cabo (...) en buenos términos, con respeto, con tolerancia, nos escuchamos, rebatimos respetando el derecho de palabra del otro, de manera que vamos avanzando de manera positiva", advirtió Arreaza, quien celebró la condena de la violencia de la oposición y su decisión de "retomar lo que veníamos haciendo (...) con respecto a la seguridad ciudadana".

El dirigente del MUD precisó, más adelante, que el Gobierno le ha pedido a la oposición que cuanto antes entregue las denuncias de los supuestos casos de abusos contra los detenidos, "mejor".

Tras ratificar su "rechazo absoluto, fuera de toda duda, a la violencia", el representante de la oposición explicó que el proyecto de ley de amnistía presentada por la misma oposición durante la primera reunión del diálogo, el pasado jueves, "no ha sido aceptado" y, en consecuencia, "vamos a buscar otros caminos y vamos a explorar juntos la existencia de esos otros caminos para abordar esos temas muy importantes, para nosotros y para todo el país".

El diálogo, cuya primera discusión fue transmitida por cadena de radio y televisión, fue acordado en medio de la crisis política provocada por las violentas manifestaciones impulsadas por la oposición en febrero pasado, que ya le costaron la vida a 41 personas, la mitad de ellas militantes chavistas.