"El piloto de uno de los aviones de combate se catapultó cerca de la localidad de Snezhnoe. Lo estamos buscando. Otro avión Sujoi-25 fue alcanzado y voló hacia el norte", señaló una fuente de la república popular de Donetsk.

Los sublevados también atacaron con artillería posiciones ucranianas en el paso fronterizo de Marinovka, próximo a Snezhnoe y a unos 30 kilómetros de la localidad de Grabovo, donde cayeron parte de los restos del Boeing 777 malayo abatido por un misil.

Por su lado, los milicianos que combaten contra las tropas ucranianas en la vecina región de Lugansk aseguraron haber derribado ayer otros dos cazas ucranianos, pero Kiev no confirmó esta información.

Por su parte, el portavoz del Consejo de Seguridad y de Defensa ucraniano, Andrei Lisenko, denunció que "dos aviones SU-25 fueron alcanzados cuando volaban a una altura de 5.200 metros" y subrayó que los disparos llegaron desde "un potente sistema de misiles instalado en territorio ruso".

El ataque ocurrió a pesar de que el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, ordenó hace dos días un alto de fuego unilateral en un radio de 40 kilómetros alrededor de la zona donde se estrelló el Boeing malayo.