"La decisión de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo chino) sobre la reforma electoral no puede ser revisada para 2017", explicó Leung, quien, no obstante, afirmó que 2017 no es la última oportunidad para lograr el sufragio universal, dijo el mandatario al hacer la convocatoria a los manifestantes prodemocracia, que ya habían sido citados a una reunión que más tarde fue suspendida por el propio gobierno.

Paralelamente, Beijing dijo que "ningún país extranjero tiene derecho a interferir" en sus asuntos internos en respuesta a Estados Unidos, que ayer exigió una investigación sobre agresiones a un manifestante en las protestas.

"La política es el arte de lo posible", sostuvo Leung al señalar que podrán discutir lo que puede hacerse dentro del marco establecido por Beijing. Las declaraciones se dan un día después de nuevos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes tras la difusión de un video en el que un grupo de policías vestidos de civil patea a un hombre que está esposado en el suelo.

Los medios locales también mostraron imágenes de agentes quitándole una máscara a un joven para echarle gas pimienta en los ojos. Desde Washington, la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, pidió "una investigación rápida, transparente y completa", según expresó en su conferencia de prensa diaria.

En tanto, más de 60 personas fueron detenidas hasta hoy en China por apoyar las protestas de la excolonia británica, precisó hoy una ONG china. La mayoría de arrestos se han producido en Beijing, si bien también se han registrado algunos en otras provincias como Cantón (en el sur), Gansu (en el noroeste) o Hunan (en el centro), precisó Chinese Human Rights Defenders (CHRD).

En concreto, hubo 23 detenciones criminales -que duran hasta 37 días y pueden acabar en juicio-, tres arrestos administrativos -de un máximo de diez días- y otros 35 bajo "otro tipo de custodia policial".