"Me preocupa que algunos de los nuestros no han estado a la altura, hemos pedido perdón, y hemos legislado para evitar que vuelvan a suceder", dijo en el discurso de clausura de la convención que el PP celebró este fin de semana en Madrid.

La expectación era máxima ante la primera gran intervención pública de Rajoy tras la salida de prisión de Bárcenas, quien está imputado por varios delitos en una de las tramas de corrupción política más importantes de la historia de España, que salpica al PP. El ex tesorero del partido permaneció en prisión de forma preventiva durante 19 meses y fue puesto en libertad el jueves tras pagar una fianza de 200.000 euros (224.000 dólares).

Sin hacer alusión directa a Bárcenas, Rajoy aseguró hoy que "en España no hay impunidad" para los corruptos. "Cuando este partido ha comprobado alguna conducta punible ha actuado", dijo. El jefe del Ejecutivo dijo no estar dispuesto a permitir que la corrupción "empañe ni la honorabilidad" del PP "ni la confianza de cientos de miles de militantes, ni la imagen de España en su conjunto".

En un discurso de casi una hora, Rajoy centró su mensaje en la recuperación económica de España en el inicio de un año electoral en el que se celebrarán elecciones municipales y regionales en mayo y generales en noviembre, tal y como hoy confirmó. "El cambio en España ha llegado ya", dijo el presidente del gobierno, para quien evitar el rescate financiero en 2012 fue "el mayor logro social de España en los últimos tiempos".

"La realidad es que España se ha salvado de una catástrofe que parecía inevitable. Eso es el cambio. Sé que me van a acusar de triunfalista, pero yo no digo que las cosas estén muy bien ni que se hayan acabado los problemas. Digo que las cosas han cambiado para bien y van a ir mucho mejor", señaló.