El estudio, basado en datos del Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres (Sirdec) del Instituto de Medicina Legal, denuncia el drama de los desaparecidos en uno de los capítulos más preocupantes del informe "Colombia: Situación humanitaria", presentado en Bogotá por el jefe de la delegación del CICR en Colombia, Christoph Harnisch.

"Las desapariciones son un desafortunado tributo que la sociedad colombiana ha tenido que rendir a la violencia", lamentó el coordinador de Protección del CICR, Max Furrer, en rueda de prensa.

Según el documento, la cifra acumulada en el país a diciembre de 2014 era de 100.316 personas reportadas como desaparecidas, de las cuales 23.484 aparecieron vivas, 4.288 fueron halladas muertas y de 72.544 continúa sin saberse el paradero. El número de los que siguen desaparecidos es superior en un 7,9 por ciento al de 2013, cuando esa cifra era de 67.195, añadió el balance.

"La desaparición de personas ha alcanzado niveles descomunales en Colombia", señala el informe, que destaca además que este problema "impacta no solo a la persona desaparecida" sino que "también toca a sus allegados, que sufren la angustia de no saber qué pasó con sus seres queridos" y genera además problemas económicos cuando la persona de la que se pierde el rastro es quien sostiene el hogar.

El balance señala además que el año pasado se registraron en Colombia 875 presuntas infracciones al derecho internacional humanitario, 258 casos más que en 2013. "En 2014 hubo amenazas, muertes, heridos, desplazamientos, sufrimiento en general", manifestó Harnisch.

El año pasado el CICR brindó ayuda a unas 230 mil personas en zonas de conflicto y otras situaciones de violencia, recordó el jefe de la organización humanitaria en el país.