Delaney reconoció el pago, aunque no quiso mencionar la cifra por un pacto de confidencialidad, aunque luego la prensa irlandesa reveló que el pago a la FAI fue de cinco millones de dólares por el acuerdo.

La misma cifra mencionó el diario inglés "The Guardian", que además aseguró que la FIFA había informado que se trataba de un préstamo para la construcción de un estadio, aunque el 31 de diciembre de 2014 dio el dinero por perdido.

"Llegamos a un acuerdo. Eso fue un jueves y se firmó el lunes. Fue un muy buen acuerdo para la FAI y muy legítimo", justificó Delaney a la emisora de radio estatal irlandesa RTE. Así, el dirigente reconoció que la federación tenía muchos argumentos para accionar "legalmente contra la FIFA", pero no lo hizo gracias al acuerdo llegado.

El conflicto se desató en las eliminatorias rumbo a Sudáfrica 2010, cuando Francia igualó en la prórroga con Irlanda por 1-1 y logró su boleto al Mundial, pero el gol del empate llegó tras una mano del delantero galo Thierry Henry.

Los irlandeses cuestionaron aquel partido y exigieron que el partido se jugara nuevamente, algo con lo que acordó el propio Henry, o que la Copa del Mundo se disputara con 33 equipos.

Pocos días después, la FIFA convocó una supuesto reunión de emergencia, a principios de diciembre de 2009, para tratar el polémico arbitraje del partido entre galos e irlandeses, además de una serie de denuncias por irregularidades en el mercado de las apuestas.

Sin embargo, dos días después de la reunión, Francia participó del sorteo para el Mundial, aunque recibió la pena simbólica de no ser cabeza de serie. Cinco años después, se conoció lo que recibió a cambio Irlanda.