Según los testigos, los atacantes lanzaron botellas incendiarias contra la vivienda, y sus moradores fueron trasladados de urgencia al hospital Rafidya en Nablús. Según "ynet", la vida del padre y la de la madre del pequeño fallecido corren peligro.

Las bombas molotov también alcanzaron a otra casa que, sin embargo, estaba vacía en el momento del fuego, dijo el funcionario palestino Ghassan Daghlas. Los agresores escribieron en hebreo mensajes de odio en las casas, rompieron las ventanas y lanzaron la mezcla incendiaria. Los habitantes del lugar señalaron que los atacantes huyeron en dirección a un asentamiento judío cercano.

El presidente palestino, Mahmud Abas, anunció que el Estado hebreo deberá responder de este nuevo "crimen de guerra" ante la Corte Penal Internacional (CPI). "Preparamos inmediatamente el dossier que será sometido a la CPI".

En un gesto poco habitual, el premier israelí, Benjamín Netanyahu, llamó a Abas en una conversación en la que expresó que hay que ambos tienen que luchar juntos contra el "terrorismo", sin importar de qué lado venga.

"Todo el mundo en Israel está conmocionado por este acto terrorista condenable que golpeó a la familia Dawabcheh", afirmó Netanyahu, quien visitó en el hospital de Tel Aviv a la familia del menor muerto.

También la Unión Europea condenó unos hechos que, según señaló, ponen de manifiesto la urgente necesidad de una solución política al conflicto palestino-israelí.

Según el Ejército israelí, se está buscando intensamente a los culpables. El portavoz militar Peter Lerner consideró el caso un "acto barbárico de terrorismo", dijo en un comunicado.

Desde hace años, activistas de extrema derecha israelí o colonos cometen agresiones o actos vandálicos en Israel y en los territorios palestinos. Sus objetivos son los palestinos, los árabes israelíes, los lugares de culto musulmanes y cristianos, e incluso los soldados israelíes. La mayoría de sus tropelías quedaron impunes.