Ambos precandidatos, en diálogo con DyN, confiaron en la posibilidad de superar la performance electoral de 2013 a partir de los buenos resultados conseguidos en las elecciones provinciales de Mendoza, Córdoba, Salta y Neuquén, donde esperan sumar nuevos legisladores.

Altamira resaltó que luego de la interna, quedaron los candidatos para las generales y el Frente de Izquierda respetará "el método de rotación de cargos". "Una vez ocurridas las PASO, se integrarán las listas de acuerdo a las categorías y se aplicará el sistema de rotación como se hizo en la legislatura de la Ciudad y en el Congreso de la Nación. Nada más", resaltó el referente del PO.

Del Caño coincidió con la imposibilidad de una ruptura tras las PASO y señaló: "Los dirigentes históricos son importantes. El PTS debate seguir en la lucha, queremos definir discursos, pero defendemos el FIT como fuerza de izquierda clasista que no se integró al gobierno como otras fuerzas de izquierda". Además, no cerró las puertas a nuevas alianzas: "Nadie da por cerrada esa posibilidad. Pero el progreso del FIT se da en la práctica. Estamos abiertos a discutir con otras fuerzas políticas que tengan esta perspectiva clasista".

Por otra parte, Del Caño analizó que "hay una franja de la juventud trabajadora volcada a apoyar al FIT. Porque del otro lado, no vemos más que trabajo precario, bajos salarios, falta de perspectiva. Estudiar es difícil, hay explotación. El kirchnerismo ha defraudado a esos sectores de jóvenes trabajadores".

El diputado nacional por Mendoza recordó que entre sus propuestas está la de que "los legisladores ganen igual que una maestra con 20 años de antigüedad; que el salario mínimo vital y móvil sea igual al costo de la canasta familiar" y recordó que en las calles acompañan "la lucha de los trabajadores la lucha de la juventud, la lucha de las mujeres, de los pueblo originarios".

En ese sentido, Altamira resaltó que su candidatura fue respaldada por "los gremios que rompieron con el techo salarial impuesto por el gobierno", en referencia a la Federación de Aceiteros, porque "no sólo es un frente de izquierda, ya representa a la clase obrera".

Los postulantes también coincidieron en que "Macri, Scioli, Massa plantean lo mismo, defender el sistema capitalista". En ese tono, Del Caño criticó al gobierno de Cristina Kirchner porque "terminó siendo un gobierno para las grandes empresas".

"La presidenta misma dijo a los empresarios que nunca ganaron tanto como con este gobierno. De las 500 principales empresas del país, el 70 por ciento son extranjeras. No se puede revindicar el modelo que está al servicio de los grandes empresarios", destacó el diputado nacional medocino, quien coincidió con la Asignación Universal por Hijo, pero aseguró que "fácilmente se puede triplicar el valor de la asignación si dejan de pagar los intereses de la deuda externa y a los que vaciaron YPF".

Por su parte, Altamira consideró que el viraje del jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, hacia el reconocimiento de las políticas de la gestión kirchnerista tienen que ver con "una confesión tardía de que el gobierno tenía la razón al privatizar la esfera pública".

El precandidato presidencial del PO sostuvo que "Macri se dio cuenta de que lo de YPF no es una estatización, sino que es la entrada de Chevron, la cotización en la Bolsa de Nueva York. La entrada de Galuccio es el ingreso de una las más grandes proveedoras de la actividad petrolera. El 65 por ciento del negocio petrolero continúa en manos privadas. Aerolíneas tampoco está estatizada, pertenece a una cadena internacional de líneas aéreas privadas a las que se les han cedido algunas rutas internacionales".