De acuerdo con los datos preliminares, el operativo se realizó de detención el miércoles al atardecer en Cuernavaca, en el estado de Morelos (centro), con la finalidad de apresar a Casarrubias. Sin embargo, este fue encontrado con el alcalde, que lleva un mes en el cargo, y con otro hombre que se identificó como asesor jurídico del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD)

Soldados y policías federales confiscaron dos armas y un paquete de cocaína y trasladaron a los detenidos a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada en la capital mexicana para que rindieran declaración.

Los 43 estudiantes desaparecieron en la ciudad de Iguala, unos 200 kilómetros al sur de Ciudad de México, después de ser perseguidos y secuestrados por policías de Iguala y de Cocula, una comunidad vecina. El ex alcalde de Iguala José Luis Abarca está arrestado.

De acuerdo con las investigaciones, los jóvenes fueron entregados por los policías a Guerreros Unidos, que supuestamente los asesinó por causas que aún no están claras y los incineró en un basurero para hacer desaparecer sus restos.

Hasta ahora sólo los fragmentos óseos calcinados de uno de los estudiantes han sido plenamente identificados con pruebas de ADN, mientras que otro fue identificado con menor grado de certeza en un laboratorio de Innsbruck, Austria.

La versión de que los estudiantes fueron quemados en el basurero fue puesta en duda por un grupo interdisciplinario de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que hizo una investigación independiente.