Tras la primera acción conjunta de los tres partidos, Rajoy confiró en que "el Estado tiene mecanismos suficientes para hacer frente a la situación" e insistió en que "existe un consenso básico de casi todos los partidos no secesionistas en torno a cuatro ejes fundamentales: defensa de la unidad de España, de la soberanía del pueblo español, de la igualdad de los españoles y el respeto a la ley".

Poco antes, Inés Arrimadas, la líder de la principal fuerza opositora en Cataluña, Ciudadanos, el socialista Miquel Iceta, y Xavier García Albiol, dirigente del Partido Popular (PP) catalán, acudieron conjuntamente a la sede del Tribunal Constitucional en Madrid para hacer entrega de tres recursos similares contra la admisión a trámite de la declaración separatista debido a que consideran que se están "vulnerando derechos fundamentales".

Asimismo, Ciudadanos y el PP de Rajoy pidieron al alto tribunal la suspensión cautelar del pleno del próximo 9 de noviembre, día en el que el bloque independentista conformado por Junts pel Sí y los anticapitalistas de la CUP tiene previsto aprobar la resolución con la que pretenden anunciar solemnemente el inicio del proceso de secesión.

Según una resolución del tribunal de 2004, los recursos no pueden impedir la votación de una iniciativa parlamentaria, pero los partidos opositores se aferran a una jurisprudencia de 1994 que estimó que sí podría evitarse en caso de que la propuesta sea "contraria a la Constitución o ajena a las competencias atribuidas al ordenamiento" jurídico.

"Somos conscientes de que el Constitucional ha sido hasta la fecha muy reacio a tomar medidas antes de que los debates y las votaciones se produzcan, pero creemos que las circunstancias requieren una respuesta jurídica contundente", aseguró Iceta, a pesar de que su partido no pidió que se suspenda la votación.

La propuesta secesionista "desafía absolutamente el orden democrático de este país" porque "pide al gobierno, que aún no se ha constituido, que desobedezca a los tribunales y a la legislación democrática", remarcó por su parte Arrimadas, quien calificó este hecho de "absolutamente grave".

"Creemos que en los momentos más difíciles tenemos que estar juntos y dejar de lado las diferencias", añadió la diputada catalana. "Tenemos que estar a la altura de las circunstancias y estos tres partidos lo hemos estado", añadió.

"No es un proceso de soberanía, sino de tiranía inadmisible", dijo a su turno García Albiol, quien considera que el plan secesionista supone "una ruptura del sentido común" y trae "pobreza y miseria" para los catalanes.

El TC resolverá sobre los recursos de admisión a trámite de la declaración independentista mañana o el viernes, según fuentes judiciales citadas por la prensa española.

Tras reunirse con los líderes de los principales partidos opositores en las últimas dos semanas, Rajoy prometió que seguirá colaborando con el resto de fuerzas políticas, a las que irá informando de las medidas que tome el gobierno respecto a Cataluña y garantizó que actuará de acuerdo a un "criterio de proporcionalidad y prudencia".

También sostuvo que pidió al resto de partidos que no permitan que prospere el "discurso falaz que contrapone ley a democracia" que promueven los secesionistas. Desde Cataluña, el diputado Josep Rull, coordinador general de CDC (Convergencia Democrática de Catalunya), el partido del presidente catalán, Artur Mas, acusó a Ciudadanos, a los socialistas y al PP de "pretender ganar en los tribunales lo que no han sido capaces de ganar en las urnas" en los comicios del 27 de septiembre, que dieron mayoría a los independentistas.

En tanto, la presidenta del parlamento catalán, Carme Forcadell, se reunió hoy con el máximo dirigente de la CUP, Antonio Baños, y con Lluis Rabell, el líder de la plataforma de izquierda Catalunya Si que es Pot -en la que está integrada Podemos-, para sondear los apoyos a la reelección del presidente catalán en funciones, Artur Mas.

Baños, socio de Junts pel Si en el proceso secesionista, volvió a rechazar la posibilidad de apoyar la investidura de Mas. "Entre el 'sí' a Mas y el 'no' a Mas hay posibilidades mejores, de consenso", que según dijo pasan por "nombres nuevos".

También Rabell negó el apoyo de sus diputados a la investidura de Mas y lo hará "sin ningún matiz", remarcó. Forcadell estuvo ayer en el ojo del huracán por haber permitido que continúe adelante el trámite de la declaración secesionista supuestamente vulnerando el reglamento del parlamento catalán al organizar una reunión que no podía llevarse a cabo.