Los integrantes de la Conferencia Episcopal Argentina le entregaron al presidente Mauricio Macri una copia del documento que presentarán mañana, de cara al Bicentenario de la Independencia y reclamaron al Gobierno medidas que lleven a la "unión de los argentinos" y a "la necesidad de ir reduciendo los niveles de pobreza que preocupan".

Macri recibió a la cúpula de la Conferencia Episcopal Argentina, encabezada por monseñor José María Arancedo, el vicepresidente del Episcopado Mario Poli y el obispo de Chascomús y secretario general del Episcopado, Carlos Malfa, en la residencia de Olivos, encuentro que fue calificado como "cordial" por ambas partes.

Según informó la Casa Rosada, Macri y los obispos "dialogaron sobre la actualidad del país y coincidieron en la necesidad de unir a los argentinos y de trabajar en conjunto por la educación y por la generación de empleo de calidad".

En tanto, el Episcopado, a través de otro comunicado, indicó que "durante el encuentro, que se extendió por espacio de 55 minutos" "los obispos entregaron al presidente la invitación formal para participar del XIº Congreso Eucarístico Nacional que se desarrollará en Tucumán del 16 al 19 de junio".

Los obispos entregaron al primer mandatario el mensaje "El Bicentenario de la Independencia. Tiempo para el encuentro fraterno de los argentinos", documento que presentará la CEA mañana en una conferencia de prensa prevista para las 10,45 en la sede ubicada en Suipacha 1032, en el barrio porteño de Retiro.

"Se hizo una referencia a los principales temas que plantea el documento y que son una inquietud constante del Episcopado en el contexto de la actualidad. En este marco se recordó la relación entre Iglesia-Estado caracterizada por la autonomía de las realidades temporales y la colaboración", agregó el comunicado de la Iglesia católica.

Los obispos indicaron que "se conversó además sobre la situación social y la necesidad de ir reduciendo los niveles de pobreza que preocupan".

Tras la reunión con el jefe de Estado, la Iglesia hará mañana un renovado llamado a la unidad nacional y la reconciliación, además de reclamar una mayor inclusión social en un país con 29 por ciento de pobres y un desempleo creciente.