El presidente de Paraguay, Horacio Cartés, se reunió con los familiares de los ochos militares de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) que murieron ayer en la localidad de Arroyito durante un atentado atribuido al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Cartes, que visitó a los familiares cuando velaban a los caídos, aseguró que "los culpables serán encontrados" y que dirigirá "personalmente" la lucha contra la guerrilla que opera el departamento de Concepción.

La patrulla de la FTC --fuerza creada por Cartés para combatir a la guerrilla del EPP-- fue interceptada ayer por la deflagración de una bomba mimetizada en el terraplén de un camino vecinal y luego los militares fueron rematados con disparos de armas de guerra, varios de ellos con rastros de haber sido acuchillados, según el informe oficial. Además, el grupo se habría robado los fusiles de los soldados, una poderosa arma anti-aérea y 1.500 proyectiles.

"Como presidente de la República soy el responsable de la sangre de los héroes de Arroyito y me comprometo a obtener resultados contundentes", enfatizó Cartes, quien se trasladó a Concepción en helicóptero desde la residencia presidencial. "Los vamos a encontrar y van a pagar el dolor que han causado a tantas familias paraguayas con todo el peso de la ley", insistió.

En tanto, la sección paraguaya del Servicio Paz y Justicia (Serpaj), la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA) y la asociación de ONGs de Paraguay Pojoaju condenaron el atentado a través de un comunicado conjunto, y trasladaron su solidaridad a los familiares de los fallecidos.

El pasado mes de abril, la sección paraguaya de Serpaj apoyó un pedido de inconstitucionalidad contra la ley que autoriza la movilización de las Fuerzas Armadas en el norte del país, promulgada pocos días después de que el presidente Horacio Cartes asumiera el Gobierno. La denuncia la presentaron cuatro hombres que declararon haber sido víctimas de torturas por parte de militares de la FTC.

En ese sentido, la oposición en el Congreso promueve la desaparición de la FTC que combate a la guerrilla en el norte, acusándola de negligencia y corrupción.

La fuerza fue creada en 2013, a través de una modificación en la ley de Defensa Nacional para emplear al Ejército paraguayo en casos de "agresión interna".