El Ministerio de Seguridad, encabezado por Patricia Bullrich, confirmó que la Policía Federal realizó un allanamiento en la localidad bonaerense de San Vicente, ubicada 52 kilómetros al sur de la Ciudad de Buenos Aires, para detener a un hombre mayor de edad, que el 24 de agosto llamó al 911 para decir que “una bomba iba a estallar en la residencia de Olivos", en referencia a la quinta presidencial, ubicada al norte de la Capital.

Según la cartera de Bullrich, el operativo fue ordenado por el Juzgado Federal Número 1 de San Isidro, que encabeza Sandra Arroyo Salgado, y lo ejecutó la División Investigaciones de Amenazas e Intimidaciones Públicas de la Policía Federal, con el respaldo de la delegación de Lomas de Zamora.

Para llegar hasta la casa del responsable del llamado, Arroyo Salgado ordenó la intervención de las líneas telefónicas y trabajos de inspección y rastrillajes en San Vicente. Según el Ministerio, se secuestraron "teléfonos celulares, chips, computadoras y otros elementos de interés para la causa".

A fines de julio, Bullrich había brindado otra conferencia de prensa para anunciar la detención de dos jóvenes de 21 años, que habían difundido "mensajes amenazantes" con consignas del Estado Islámico a través de la cuenta Twitter @HassanAbuJaaf, y aseguró: "A quienes usen las redes para amedrentar, los iremos a buscar uno por uno". Más tarde, las propias fuerzas de seguridad no descartaron que se tratara de “dos jóvenes aburridos que no sabían qué hacer”.

Días después, la ministra anunció la detención de otra persona por otra llamada telefónica y lanzó otra advertencia: "Los iremos a buscar y van a tener un proceso penal (...) Que la gente sepa que la amenaza no es gratuita".