La medida de fuerza de los maestros coincidirá así con una huelga nacional de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Los dos sectores le reclaman al gobierno nacional la reapertura de las negociaciones paritarias para recomponer los salarios, que según sus cálculos ya perdieron entre el 12 y el 17 por ciento frente a la inflación. Aunque en dos columnas con horarios distintos, docentes y estatales pasarán por el Congreso para denunciar, además, que el presupuesto 2017 plantea una nueva vuelta de tuerca en el ajuste. En diálogo con Página/12, Sonia Alesso, titular de la Ctera, explicó los motivos de la protesta.

–¿Por qué paran los docentes?

–En primer lugar por la reapertura de la paritaria, tanto nacional como provinciales; están habiendo conflictos en las provincias por la negativa de las gobernaciones de recomponer los salarios. En segundo lugar, paramos en contra de cualquier intento de modificar nuestras jubilaciones, algo de lo que se habla poco pero que es una preocupación muy extendida entre los docentes.

–¿Por qué?

–Porque uno de los artículos de la ley ómnibus, en la llamada reparación histórica de los jubilados, tiene un planteo muy parecido al de (Domingo) Cavallo en los ‘90 de armonización de las cajas jubilatorias y la modificación de los regímenes previsionales.

–¿Eso qué pondría en peligro?

–El 82 por ciento móvil y la edad jubilatoria. Y además el financiamiento de las jubilaciones.

–Ustedes denucian la discontinuidad de los programas socioeducativos.

–Cuando firmó el acuerdo paritario de febrero, el gobierno no sólo se comprometió a mantenerlos, sino a sentarse a discutir un régimen de estabilidad laboral para todos esos docentes. Y un aumento, porque en el mejor de los casos, esos docentes están cobrando lo que ganaban el año pasado, sin un peso de mejora, y en el peor, no les pagan desde diciembre.

–Prácticamente es como si estuvieran despedidos.

–Están yendo a trabajar gratis, por el compromiso que tienen con su trabajo y con la comunidad. El gobierno también está incumpliendo con su compromiso de seguir con el plan nacional de formación docente. En la última reunión con (el ministro de Educación, Esteban) Bullrich (realizada en agosto), nos dijo que no iban a cumplir con ese punto de la paritaria.

–Ese era un proyecto para ser completado en el mediano plazo, ya había tenido un año de implementación...

–Sí, nosotros lo firmamos en noviembre de 2014. Se ejecutó en el 2015 en todo el país, con fondos federales que iban a todas las provincias. Si uno habla de calidad educativa, no puede suspender o subejecutar un plan nacional de formación docente. No se han comprado más libros, no hay más netbooks, no hay más Conectar Igualdad, no se paga a las orquestas infantiles, se desactivaron los clubes de actividades infantiles y juveniles. No es sólo el salario, es la la calidad de la educación.

–¿Esto afecta sólo a los docentes estatales?

–No, a todos, porque estos programas eran para todas las escuelas.

–¿Por qué van al Congreso, además de al Palacio Pizzurno?

–Porque en el proyecto de presupuesto 2017 hay una desinversión en educación y para sueldos se prevén aumentos de entre el 15 y el 17 por ciento. Por primera vez en años, la inversión en educación es la mitad de lo que se paga en intereses de la deuda externa.

–La Ctera está llamando a un paro de todas las centrales obreras. ¿Cuántas fichas le ponen a que esto realmente se concrete?

–Creemos que es importante que suceda. Tenemos mandato y estamos discutiendo con distintos sectores porque creemos que es importante que los trabajadores en unidad nos manifestemos para frenar el ajuste. Ningún sector va a poder resolver solo el tema de los despidos. O de Ganancias: hoy están tributando tres veces más trabajadores que los que tributaban en noviembre del año pasado, y mucho más. Trabajamos por la unidad: convocamos a la marcha federal como parte de la CTA de los Trabajadores y creemos que es el momento de convocar a una medida nacional de todas las centrales.