El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el secretario de Estado de EE.UU, John Kerry, se reunieron anoche en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, donde ambos participaron de la histórica firma del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC.

"Hemos estado trabajando desde hace un tiempo para tener un diálogo con el Gobierno de Maduro. Estamos muy, muy preocupados por los venezolanos, por el nivel del conflicto, por el hambre, la falta de medicinas. La situación humanitaria es de enorme preocupación", indicó Kerry en declaraciones difundidas por la agencia Dpa.

La reunión, que no había sido anunciada, se celebró en la última hora de ayer en Cartagena. No hubo información oficial acerca de los asuntos puntuales analizados por Maduro y Kerry, en el marco de una relación plagada de desencuentros y desconfianzas mutuas.

"Mi esperanza es que podamos tener una conversación seria. No estamos buscando un conflicto. Buscamos una solución que funcione para los venezolanos", aseguró Kerry tras la reunión. Poco después, el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, emitió un comunicado en el que señaló que "Kerry expresó su preocupación por los desafíos económicos y políticos que afectan a millones de venezolanos y urgió al presidente Maduro a trabajar constructivamente con los líderes opositores para abordar estos desafíos".

A su vez, en su cuenta de Twitter la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, se limitó a confirmar la conversación y sostuvo que se trató de una "reunión respetuosa y de altura".

Estados Unidos ha emitido varias declaraciones a favor de la realización este año de un referendo con el que la oposición venezolana aspira a revocar el mandato de Maduro. Incluso llegó a alentar al antichavismo a mantener sus protestas callejeras para conseguir ese propósito, que el gobierno ha descartado. Ante estas actitudes de Washington, Maduro y varios de sus funcionarios denunciaron a Estados Unidos por pretender influir en los asuntos internos de Venezuela.