El líder del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, resiste aferrado a su cargo tras sufrir hoy un golpe interno gestado por sus críticos, quienes pretendían desbancarlo para evitar su plan de celebrar primarias. Sánchez pretende con esa convocatoria conseguir el aval de los militantes socialistas a su estrategia de formar un gobierno alternativo a los conservadores en España.

"El líder del PSOE sigue siendo el que han elegido los militantes del PSOE: Pedro Sánchez", afirmó, el secretario de Organización del partido, César Luena, luego de la dimisión en bloque de la mitad más uno (17) de los miembros de la Comisión Ejecutiva Federal socialista.

Con la renuncia masiva, los adversarios del actual líder socialista pretendían que se disuelva el órgano gestor del partido, incluido el cargo de Secretario General, y que una gestora tomara el control. Sin embargo, Luena explicó que no se disuelve este órgano de dirección sino que habrá una reunión mañana mismo, sin los miembros que dimitieron, para convocar un Comité Federal que llame a un Congreso Extraordinario.

"En definitiva, llegamos a la convocatoria de un Congreso Federal para que voten los militantes, como viene defendiendo la dirección Ejecutiva", remarcó el "numero dos" de Sánchez. "No caben atajos, ni artimañas, ni golpes ", aseguró Luena

Por su parte, el secretario territorial, el andaluz Antonio Pradas, uno de los que dimitió, consideró que la Ejecutiva "ya está disuelta". "Ningún compañero tiene legitimidad para tomar decisiones", sostuvo el político afín a la presdienta regional Susana Díaz, principal rival de Sánchez en la interna socialista.

Sánchez provocó una división en el PSOE al anunciar sus planes para intentar formar un Ejecutivo alternativo al del actual presidente en funciones, el conservador Mariano Rajoy, cuyo Partido Popular (PP) ganó dos elecciones este año pero no pudo formar gobierno por carecer de una mayoría suficiente en el Parlamento.

Cuestionado internamente en su liderazgo después de la debacle de los socialistas en las elecciones regionales de Galicia y Andalucía Sánchez propuso celebrar primarias el 23 de octubre y un Congreso para definir las líneas a seguir, ante la presión de los que abogaban por la abstención ante Rajoy.

La escalada se precipitó al recrudecer el choque entre el ex presidente Felipe González y Sánchez. González dijo esta mañana que se sentía "engañado" por Sánchez y que éste debía dimitir. "Felipe González está en el bando de la abstención, yo estoy en el 'no' y en crear un gobierno alternativo. Me gustaría saber en qué bando está Susana Díaz", respondió desafiante Sánchez respecto a las posturas ante la formación de gobierno.

Al sumar hoy su voz al debate, González aseguró que Sánchez debía renunciar si el comité federal partidario rechazaba el sábado su plan de formar un gobierno alternativo a los conservadores. "Sánchez me dijo que se abstendría en segunda votación (...) me siento frustrado, como si me hubieran engañado", afirmó el exmandatario español en entrevista con la radio Cadena Ser desde Chile.

González contó que se reunió con el actual líder socialista después de las elecciones del 26 de junio y que éste le comunicó que pasaría a la oposición y no intentaría ningún Ejecutivo alternativo, sino que votaría contra la investidura el PP en primera votación pero que en la segunda se abstendría para no impedir la formación de gobierno.

Esa posición, que González defiende públicamente desde hace tiempo, hubiese puesto fin a un inédito bloqueo político que ya lleva nueve meses por la incapacidad de los principales partidos para llegar a un acuerdo de gobierno tras dos elecciones generales en las que el conservador PP venció pero sin mayoría suficiente para gobernar.

La reacción de la cúpula del PSOE a las palabras del ex presidente socialista llegó primero en un comunicado y poco después a través del propio Sánchez, quien brindó una entrevista al periódico digital eldiario.es. "Las decisiones las toma esta Ejecutiva y yo en primera persona", dijo.

"Se acaba el teatro y se consuma un golpe de régimen", denunció en tanto la vocera de Podemos en el parlamento, Irene Montero, quien cree que el intento de voltear a Sánchez acerca a España a un gobierno del PP, ya que Rajoy sólo contempla ser investido con la abstención del PSOE.