Poco antes de que comenzara la marcha en el Congreso, durante un acto en la Casa Rosada acompañado por el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, y medio centenar de jueces y fiscales de todo el país, Macri exhortó a "modernizar la Justicia".

El Presidente reclamó una "justicia fuerte, independiente, transparente y moderna" porque, "lo que hace confiable a un país es la calidad de sus dirigentes y respetar las reglas de juego, la Constitución Nacional" y en ese marco, "la justicia tiene un rol central".

El ministro de Justicia, Germán Garavano, por su parte, quien no se privó de criticar a la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, por no asistir al encuentro, reclamó que los fiscales cumplan "con su rol de defender y acompañar a las víctimas", y anticipó que "en noviembre comenzará a funcionar el sistema de flagrancia" y que el Ejecutivo ya envió al Congreso un proyecto de reforma de la "ley de ejecución penitenciaria", que está analizando una Comisión Bicameral.

Más tarde, en una entrevista con la agencia DyN, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, pidió a la Justicia "terminar con la puerta giratoria (...) que genera la impunidad de los delincuentes".

Por último, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, aseguró que los funcionarios nacionales están "muy comprometidos" con la lucha contra la inseguridad, y afirmó que los gobiernos deben entender que una marcha como la que se realizará esta tarde en reclamo de justicia "nunca hay que leerla como una oposición".