El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sostuvo que el avance militar sobre la ciudad iraquí de Mosul será "una batalla difícil y habrá avances y contratiempos", pero confió en que el Estado Islámico será derrotado en su principal bastión y significará "otro paso hacia la destrucción final" del grupo yihadista.

Obama se mostró optimista respecto del ataque durante una conferencia de prensa brindada en la Casa Blanca junto al primer ministro italiano, Matteo Renzi. Los mandatarios representan a los dos países que más tropas aportan a la coalición contra el ISIS.

El presidente norteamericano reconoció que la operación militar generará un "desplazamiento significativo" de personas y admitió que ya hay miles de iraquíes "huyendo de sus hogares". Ante esa situación, la ONU declaró el "alerta máxima" para enfrentar la "larga y compleja" crisis humanitaria que se avecina por la ofensiva militar.

Thomas Lothar Weiss, jefe de la misión de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), calificó como "una catástrofe" el resultado humanitario que puede traer la ofensiva militar y advirtió que la OIM prevee una "enorme crisis humanitaria en 2017".

Desde temprano, aviones iraquíes apoyados por la coalición internacional y milicias kurdas continuaron atacando posiciones del EI en el frente de Jazer, a unos 17 kilómetros al noreste de la ciudad de Mosul.

Las fuerzas kurdas "peshmergas", las principales en el frente de Jazer, mantuvieron el acoso iniciado ayer contra la milicia radical en la localidad de Bartala. Según la cadena CNN, los combatientes kurdos indicaron que el ataque se efectúa desde la vecina Basejra, uno de los pueblos de la región de Al Hamdaniya conquistados ayer en conjunto con las fuerzas iraquíes durante el primer día de ofensiva.

El EI ya fue expulsado de más de una decena de localidades en esta región y al sur de Mosul, donde se ubica otro de los frentes de combate. En ese frente sureño, las tropas iraquíes tienen ahora como objetivo la población de Al Zawiya, que pretenden cercar como paso previo a su ataque a la comarca de Al Shura, uno de los bastiones del EI.