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Cada tanto, la luna se acerca a la Tierra más de lo usual y se lo ve enorme, brillante. El lunes 14 tendrá una magnitud que no se veía desde 1948. La NASA advirtió que quienes usen telescopios deben ponerles filtros para atenuar la cantidad de luz solar reflejada, ya que puede causar lesiones oculares. Cuerpo No es la Luna roja del eclipse con la que tantos alucinaron apocalipsis en septiembre del año pasado. Esta que viene es la superluna. Con su nombre de héroe de acción, cada tanto se acerca a la Tierra mucho más que lo habitual y se muestra más grande y brillante. El lunes 14 de noviembre, el fenómeno exagera, más poética que fatídicamente, y se va a presentar con una magnitud que no se daba desde enero de 1948. La última superluna fue el pasado 16 de octubre. Aquella noche muchos habrán dicho “qué hermosa luna” y varios se habrán detenido a mirar el cielo, extasiados o asombrados. Pero no fue un suceso ni casi nada en comparación a lo que va a pasar la semana que viene, cuando el satélite natural de la Tierra se va a ver un 14 por ciento más grande y un 30 por ciento más luminoso. Eso, así, no pasaba desde hace casi 70 años. El término “superluna” se usa desde 1979 y no proveniente de la astronomía. Fue el astrólogo Richard Nolle el que le buscó una palabra al fenómeno en el que la Luna nueva o la Luna llena están más cerca de la Tierra. Ahora, hace unas décadas que lo usa la NASA y, ya apropiado, lo aplica para refirse sólo a una Luna llena cuando está más cerca de la Tierra que la media. La superluna se comenzará a apreciar el domingo 13, tendrá su pico en la Argentina a las 10:52 del lunes 14 (13:52 GMT) y va a durar hasta la madrugada del martes 15. Es enorme, brillante y se aprecia a simple vista, sin necesidad de ningún artefacto. La NASA, de hecho, advirtió que quienes usen telescopios o cualquier otro elemento de magnificación deben ponerles filtros para atenuar la cantidad de luz solar reflejada, ya que si no se pueden causar lesiones oculares de gravedad. Según científicos del mundo, esta superlunava a ser la más grande en lo que va del siglo XXI. Los que disfrutan de la astronomía o simplemente de mirar el cielo ya tienen que marcar sus calendarios, porque no habrá nada parecido hasta el 25 de noviembre de 2034. Igual, por si alguien se lo pierde o se queda con las ganas, habrá una suerte de spin off el próximo 14 de diciembre, cuando este fenómeno vuelva a presentarse y se destaque por tapar con su brillo la visibilidad de la lluvia de meteoros Geminid, que se suele ver todos los diciembres.