Mientras que los funcionarios del FBI afirman que sus operaciones estaban originadas en evidencias de actividades violentas o criminales en protestas públicas, los grupos de derechos humanos expresaron su preocupación de que la vigilancia de activistas podría ser indebida.

La Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU, en inglés) dijo que la actividad del FBI y de las recientes desclasificaciones sobre vigilancia doméstica de parte del Consejo de Seguridad Nacional y unidades de inteligencia militar reflejan un patrón de exageraciones de parte del gobierno.

"Está claro que este gobierno ha involucrado a cada agencia posible, desde el Pentágono al CSN y al FBI, a espiar a los estadounidenses", dijo el director legal de la ACLU, Ann Beeson.

Documentos del FBI proporcionados por la ACLU muestran planes de realizar espionaje de grupos de protesta sospechosos de tener vínculos con actividades violentas o perturbadoras.

Funcionarios del FBI dijeron que muchos de las referencias de los documentos a tales grupos como Greenpeace, Trabajadores Católicos y por Gente por el Trato Etico de Animales, sería más benigno de lo que parecen a los ojos de los defensores de los derechos civiles.

"Sólo por ser mencionado en un archivo del FBI no es equivalente a ser el sujeto de una investigación", dijo el portavoz del FBI John Miller.

"El FBI no apunta a individuos u organizaciones para investigaciones con base en sus creencias políticas", dijo Miller. "Todo lo que hacemos es cuidadosamente promulgado por la ley federal, los lineamientos del departamento de Justicia y las propias reglas del FBI", añadió.

Fuente: AFP