De acuerdo a la estrategia establecida, la interrupción en el tránsito tendrá una duración de 24 horas, en el punto limítrofe entre Santiago y Tucumán, además de accesos a la villa turística ubicada a 70 kilómetros al norte de la capital provincial.

La decisión surgió tras una asamblea en la que los ambientalistas reclamaron por la falta de respuestas inmediatas para frenar el impacto ambiental que provocan los desechos industriales arrojados por empresas tucumanas.

Con anterioridad, en la ruta nacional 9, se realizaron cortes que contaron con la adhesión de los vecinos, religiosos, comerciantes, estudiantes y dirigentes sociales, para reclamar al gobierno de Tucumán "urgentes medidas" para frenar la contaminación del embalse.

Los manifestantes denunciaron que el lago se convirtió "en una cloaca a cielo abierto" y que la contaminación es provocada por "los desechos industriales que arrojan empresas tucumanas" a la cuenca de los ríos Salí (Tucumán) y Dulce (Santiago del Estero).