Maradona, a quien acompañaron su médico personal Alfredo Cahe y el intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, fue atendido en primer término por la doctora Cecilia Borgareto, e inmediatamente fue derivado a la sala de cuidados intensivos.

Al momento de sufrir una nueva descompensación en su estado de salud, Maradona estaba en una quinta de Ezeiza, hacia donde había sido llevado 72 horas atrás tras estar internado dos semanas en el Sanatorio Guemes, de esta capital.

Su médico personal, Alfredo Cahe, dijo que Maradona "está compensado", explicó que esta nueva internación se debió a "molestias abdominales que sufría desde hace 24 horas" y anunció que sería trasladado a una clínica de la Capital Federal, tal como ocurrió después.

Cahe, en diálogo con radio Del Plata, volvió a señalar su posición contraria a que el astro hubiese abandonado el Sanatorio G?emes, aunque indicó que "se le dio el alta porque los exámenes que le hicieron daban resultados normales.

El médico comentó que, en ese momento, todavía faltaban realizarle al ex futbolista "algunos estudios complementarios como un mapeo cerebral".

Por su parte, Oscar Sicco, director del hospital Madre Teresa de Calcuta, declaró que "el paciente está lúcido y bajo el efecto de analgésicos", debido a los dolores abdominales que sufría.

El médico indicó, que Maradona lo único que decía al momento de su internación era "por favor, doctor, sáqueme este dolor" y que después se haber sometido a analgésicos "se quedó tranquilo".

Sicco también comentó que "hay que ver cómo evoluciona esta patología; permanece estable y asintomático".

El profesional puntualizó que "los primeros exámenes que se le hicieron para constatar signos vitales como la presión arterial, y un electrocardiograma, dieron normales".

Minutos más tarde, el médico señaló que "no presenta, por ahora, un cuadro de pancreatitis" y que "es conveniente seguir observando su patología por 48 horas".

Asimismo, el médico, que brindó una conferencia de prensa acompañado del director asociado Norberto Fernández, descartó "por completo" que el astro pueda concurrir el próximo domingo al estadio de La Bombonera a ver el superclásico entre Boca y River, tal como era su deseo.

Cicco comentó que durante su internación en el hospital de Ezeiza Diego "fue un paciente, y pese a estar dolorido no mostró reticencia a ningún análisis; ingresó con una presión arterial de 70/110 y con pulsaciones por minutos y una presión normal, parámetros normales; y dijo que no había comido ni bebido nada fuera de lo normal".

En relación cpn descartar una pancreatitis, Cicco comentó: "Por ahora no hay patología concreta. El estudio de las transaminasas (enzimas) dan elevadas, pero eso es por la hepatitis tóxica que padeció y está controlada. La medicina no es una ciencia exacta; ya que este cuadro actual puede ser una circunstancia ajena a la patología que venía teniendo".

Asimismo, indicó que "el paciente, que tiene un estado de ánimo bueno pese a sus dolores, será sometido a otros estudios, como una endoscopia, para descartar una úlcera de duodeno o una gastritis".

Cicco también sostuvo que "en Maradona habrá que seguir de cerca el el tema psiquiátrico; va a necesitar un estudio y un apoyo terapéutico; lo hemos habaldo con su médico personal, Alfredo Cahe".

Posteriormente, Maradona fue trasladado en una ambulancia al Sanatorio de los Arcos, dependiente de la prepaga Swiss Medical, y ubicada en la avenida Juna B. Justo y Paraguay del barrio de Palermo.

En medio de un embotellamiento de tránsito y con una custodia de la comisaría 31a, el vehículo ingresó en la clínica.

Diego fue internado cerca de las 10,30 en el segundo piso, en un sector de internación común, donde se le controla la presión arterial y se le realizan estudios.

El primer parte médico sobre el estado de salud de Diego Maradona será dado a conocer hoy, a las 20 por las autoridades del sanatorio.