La operación, denominada "infierno infantil", se realizó en las últimas horas en 25 domicilios de la Capital Federal, las provincias de Santa Fe, San Juan, Tucumán, Salta, Corrientes, San Luis y en varias localidades del Gran Buenos Aires.

La investigación se llevó a cabo tras comprobarse que los acusados publicaban e intercambiaban material pornográfico, en los que se exhibían a menores de edad desnudos, que eran sometidos a abusos sexuales y violaciones.

Asimismo, se realizaron operativos en las provincias de Corrientes, San Luis; Tucumán; Salta y en las localidades bonaerenses de Morón, Merlo; Bernal; Berazategui.

Durante el procedimiento la policía incautó más de 10.000 imágenes de pornografía infantil y videos en los que se exhibían a menores de edad víctimas de abusos sexuales.

Un alto jefe policial allegado al caso dijo que en los citados videos se pueden observar imágenes de orgías sexuales con mayores en actitud pasiva y activa, donde hacían participar a niños de corta edad e inclusive bebés.

La investigación, ordenada por el Juzgado porteño en lo Criminal Número 30 a cargo del juez Jorge López, comenzó a mediados de 2006 tras comprobarse que la red de pedófilos publicaba e intercambia material pornográfico por Internet en los que se exhibían a menores de edad desnudos y víctimas de abusos sexuales y violaciones.

El jefe de la operación, comisario Rodolfo Koleff, dijo que "la complejidad de la investigación determinó que se extendiera en el tiempo y que personal idóneo y especializado se abocara a las tareas técnicas con el fin de ubicar los lugares físicos desde los cuales se generaban las conexiones a internet que permitían la publicación e intercambio del material pedófilo".

"Internet ofrece anonimato a los autores de estos aberrantes delitos permitiéndoles de este modo cierta impunidad hasta ser detectados por la labor policial", indicó.

Al respecto, el jefe policial aclaró que los usuarios de internet se valen de nick names ficticios, cuentas de correo anónimas, gratuitas y remotas para ofrecer sus fotos, todo lo cual dificulta la tarea investigativa.

Koleff consideró que el hecho constituye "una aberración" y pidió "a la sociedad que tome conciencia acerca de que no se trata de una mera foto, sino de una violación de menores, de bebés, detrás de lo cual está la trata de blancas, la prostitución y los golpes al que son sometidas las víctimas".

"Se trata de mafias que operan en esta cuestión y pertenecen a todos los estratos sociales", advirtió Koleff.