La desocupación del predio, ubicado en el barrio porteño de Nuñez, se cumplió en tres etapas desde que el presidente Néstor Kirchner anunció el 24 de marzo de 2004 su decisión de recuperar ese lugar como un espacio que recuerde el accionar del terrorismo de Estado y promueva la defensa de los derechos humanos.

En esa fecha, al cumplirse el 28vo.aniversario del golpe de Estado de 1976, Kirchner firmó el convenio para ceder el terreno, lo que puso en marcha la relocalización de los institutos de la Armada que funcionaban allí según un cronograma divido en tres partes.

La última etapa se cumplirá el próximo 30 de setiembre, cuando el predio quede totalmente desocupado con la reubicación del Liceo Naval Almirante Brown, la Escuela de Guerra Naval, la Biblioteca Central de la Armada, y el Centro de Estudios Estratégicos, los últimos organismos navales que todavía funcionan allí.

"Se mantiene el cronograma: el 30 de setiembre se desocupa totalmente y en octubre se hace la apertura al público", confirmó Judith Said, coordinadora del Archivo Nacional de la Memoria de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que pasará a funcionar en el predio.

Si bien todavía no está establecida la fecha exacta de reapertura, se descuenta que será antes de las elecciones nacionales del 28 de octubre, en el marco de un acto encabezado por el presidente Néstor Kirchner.

Por su parte, el subsecretario de Derechos Humanos del gobierno porteño, Guillermo Guerin, explicó que la reapertura total al público "será un largo proceso", pero que a partir de octubre se irán intensificando las visitas particulares que ya se están realizando, a pedido.

Guerin señaló además que con el inicio del juicio oral al primer represor de la ESMA que responde ante la justicia, el ex prefecto Héctor Febres, que comenzará el próximo 18 de octubre, el predio "se transforma en un escenario de testimonios, en un testimonio en sí mismo".

Según estimaciones de los organismos de derechos humanos, unas 5000 personas estuvieron secuestradas en el predio de 17 hectáreas, donde también funcionó una maternidad clandestina que sirvió de base a la apropiación sistemática de bebés durante la dictadura.

Después que se firmó la cesión del terreno, se conformó una comisión bipartita, integrada por la secretaría de Derechos Humanos de la Nación y la subsecretaría de Derechos Humanos porteña, que debatió junto a los organismos qué uso darle a las instalaciones.

Se trabajó además en la señalización completa del predio con una detallada descripción, basada en testimonios, del funcionamiento de cada uno de los sitios como lugares de tortura y desaparición, informa el gobierno de la ciudad en su sitio web.

Según se acordó, el casino de oficiales -donde estuvieron cautivos los detenidos- permanecerá intacto con carteles explicativos sobre lo que ocurrió en ese lugar, en tanto que el edificio central estará destinado a explicar el contexto político, económico y social de la dictadura militar.

En total, el predio cuenta con 32 edificios que se irán destinando a diversas actividades relacionadas con la promoción de los derechos humanos.

El sótano del casino era el lugar de tortura y de allí las víctimas eran sacadas al denominado "traslado", luego de permanecer inmovilizados en los altillos del tercer piso.

En ese lugar, también se instalaron las oficinas para el trabajo esclavo de algunos detenidos y funcionó la maternidad en la que alrededor de 25 secuestradas dieron a luz niños que en su mayoría fueron luego apropiados.

Otra propuesta del gobierno nacional es que funcione en el predio de la ESMA el primer instituto de la Unesco para la Educación en la Memoria, si prospera una inciativa del Ministerio de Educación.

La idea es que parte de las instalaciones funcione como un instituto de capacitación permanente, donde docentes de todo el mundo se instruyan sobre casos de violaciones sistemáticas a los derechos humanos alrededor del planeta.

Allí, los maestros aprenderían sobre lo ocurrido en Argentina bajo el paraguas de las distintas dictaduras latinoamericanas, pero también acerca del holocausto judío y otros intentos de exterminio para luego promover la defensa de los derechos humanos desde las aulas.

Fuente: Télam