"Desde hace entre 10 y 15 años, trabajamos los domingos en la feria y, ahora, quieren que dejemos de hacerlo. Pero volveremos a colocar las estructuras esta tarde, porque queremos un trabajo digno y no deseamos planes sociales", advirtió una mujer que estaba en medio de la multitud.

La manifestante rechazó las acusaciones que derivaron en una prohibición judicial. Según denuncias públicas y judiciales, en la feria clausurada, algunas personas comercializaban "prendas con marcas falsificadas, objetos robados y alimentos insalubres".

Voceros policiales dijeron que los manifestantes obstruían la circulación vehicular en el cruce de la avenida Castañares y la calle Esteban Bonorino, en medio de un amplio operativo de agentes de la fuerza de seguridad.

Las fuentes detallaron que la mayoría de los feriantes reside en la villa de emergencia 1-11-14, donde viven al menos 6.500 familias argentinas, paraguayas, bolivianas, peruanas, chilenas y coreanas.

Por su parte, el encargado del operativo policial, el subcomisario Jorge Durán, adelantó que está previsto que los feriantes sean recibidos mañana por la Fiscalía de Instrucción 2, que interviene en la causa abierta por las denuncias.