La jefa de Estado recibió a Quiñones, su mujer y sus dos hijos, pasadas las 18, en el living de la Residencia Presidencial, donde oyó el agradecimiento de parte de la familia de la médica disidente.

La neurocirujana Hilda Molina, otrora militante de la Revolución Cubana, se distanció del régimen castrista en 1994, e inició entonces gestiones ante autoridades de la isla para poder viajar a la Argentina, donde residen su madre, Hilda Morejón, de 90 años, gravemente enferma, su hijo y su nuera, además de sus nietos Roberto Carlos, de 13, y Juan Pablo, de 8, a quienes nunca vio en persona.