"La situación en el terreno es crítica para un gran número de personas que tienen una necesidad inmediata de alimentos, de agua potable y de ayuda médica de emergencia", declaró la secretaria general adjunta de la ONU para asuntos humanitarios, Valerie Amos.

"La posibilidad de salir de la ciudad es ahora una cuestión de vida o muerte. Necesitamos un cese temporal de las hostilidades en esta zona para que la gente pueda buscar refugio" si así lo quieren, insistió.

Misrata, una ciudad de 300 mil habitantes, situada a 215 kilómetros al este de Trípoli, está inmersa en continuos combates desde hace más de 40 días. Los muertos y heridos se cuentan por centenares. Según la ONU, miles de personas están atrapadas en la ciudad, incapaces de abandonarla, y confrontadas a crecientes penurias de alimentos, de agua, de medicamentos, de electricidad y otros servicios esenciales.

Los jefes de la rebelión libia se hicieron eco y llamaron a los responsables de la coalición internacional, que impone una zona de exclusión aérea bajo la égida de la OTAN, a hacer más para ayudar a los habitantes de Misrata.