En la sede del Comité Nacional, ubicada en Alsina al 1700, y rodeado de globos rojos y blancos, el candidato radical empezó por proponer una reforma educativa, aunque sólo adelantó que los ejes serán la enseñanza de "pautas morales y el respeto a la democracia".

En segundo término, prometió atacar "el flagelo de la inflación" ya que dijo tener "la obligación moral" de hacerlo. "Estamos preparados y en condiciones de fijar pautas para frenar la inflación, sin enfriar la economía", advirtió, aunque se limitó a poner como ejemplo el caso de la Concertación en Chile, cuando reemplazó en el poder al dictador Augusto Pinochet en 1990. "Bajó la inflación un ocho por ciento con crecimiento económico", reveló.

Otro "desafío" que planteó a Alfonsín fue el del "combate a la corrupción". Y aprovechó para hacer referencia "a la adjudicación de fondos públicos" sin mencionar la investigación sobre el ex apoderado de la Fundación de Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schoklender.

"Vamos a terminar con el debilitamiento institucional que lleva a los ciudadanos a desconfiar en el control del Ejecutivo". Y arriesgó: "Las asignaciones de recursos deberán superar está pregunta: ¿De qué manera el gasto ayuda a terminar con la pobreza?". "Regresa la austeridad", anticipó.

En otro punto, adelantó que "la lucha contra la pobreza y las políticas ayudarán a combatir el problema de la inseguridad", pero anticipó que "vamos a convocar a todos los gobernadores e intendentes a un diálogo para poner fin al flagelo".