Tal cual viene haciendo desde hace ya tiempo, Alemania rechazó con firmeza la posibilidad de la emisión de Eurobonos, en el marco de las medidas que el Viejo Continente podría aplicar para limitar la crisis de las deudas soberanas. Esta es la "posición" de Berlín sobre el tema, añadió Siebert, recordando que de todos modos el gobierno alemán "está abierto" a los temas que surgirán de la reunión que Merkel mantendrá el jueves en Estrasburgo con el nuevo premier italiano, Mario Monti, y con el presidente francés, Nicolas Sarkozy.

El presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, afirmó, en cambio, que los Eurobonos "no tienen nada de absurdo: habría que verificar las posibilidades que ofrecen, sin considerarlos 'a priori' absurdos", indicó. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, señaló, en el mismo tono, que la emisión de los bonos podría ser una opción pero sólo -precisó- si antes los países de la UE logran "un cierto nivel de convergencia" en sus política monetarias y económicas. Barroso recordó que mañana está prevista en Bruselas la presentación de un "libro verde" para una consulta sobre la creación de los Eurobonos, paralelamente al lanzamiento de dos nuevos reglamentos de la Comisión Europea sobre la disciplina fiscal de los países miembros.

Según Bruselas, por otra parte, para llegar a la emisión de los controvertidos Eurobonos, sería necesario crear una suerte de "hoja de ruta", además del "fortalecimiento de la vigilancia sobre las cuentas públicas y una mayor coordinación" en los presupuestos de los países europeos.

Los técnicos UE, en concreto, están barajando tres hipótesis: la completa sustitución de los bonos nacionales por Eurobonos garantizados por todos los países de la UE, una substitución sólo parcial, o una parcial sin garantías conjuntas y con una responsabilidad dividida en "cuotas" por países.

Las primeras dos opciones son las más ventajosas, pero los tiempos requeridos para su lanzamiento son muy largos, además de chocar con una serie de vínculos que la Corte Constitucional de Alemania impone al gobierno de Berlín. La tercera opción sería en cambio más rápida pero sus ventajas serían menores: por esta razón, se afirma en Bruselas, se está estudiando la posibilidad de una suerte de "mix" entre las tres posibilidades.