Alrededor de 3000 manifestantes realizaron una oración fúnebre en ausencia por los muertos en Egipto en una mezquita de Ankara antes de marchar a las embajadas egipcia y de Estados Unidos en la capital de Turquía. También cientos de musulmanes se reunieron en todo Pakistán en apoyo a Mursi y para condenar el uso de la fuerza contra los Hermanos Musulmanes. Las manifestaciones fueron organizadas principalmente por los partidos políticos islámicos como Jamaat-e-Islami (JI), que tiene vínculos ideológicos con la Hermandad Musulmana egipcia.

En tanto en Jerusalén, miles de partidarios de Hamas se reunieron en el complejo de la mezquita Al Aqsa, en protesta contra Abdel Fattah al Sisi, jefe del Ejército egipcio y principal responsable de la represión que ya dejó más de 700 muertos.

En países no árabes como Indonesia y Malasia también cientos de musulmanes se manifestaron en contra de la represión contra los islamistas egipcios. Tanto en Yakarta, capital de Indonesia como en Kuala Lumpur, capital de Malasia, miles de manifestantes islámicos protestaron frente a la embajada de Estados Unidos, por la ayuda económica que Washington le proporciona al Ejército egipcio.

Por su parte, el rey de Arabia Saudita Abdullah bin Abdelaziz, rechazó cualquier intervención extranjera en los asuntos internos de Egipto para "atizar el fuego de la discordia" y mostró su apoyo a la lucha de los egipcios "contra el terrorismo". "Egipto es capaz de superar la crisis", señaló el monarca en un comunicado, después de que estallaran nuevos enfrentamientos entre partidarios y detractores de Mursi.

En tanto, cientos de jordanos se manifestaron tras el rezo musulmán del mediodía frente a la Gran Mezquita de Husein, en el centro de Ammán, para protestar en contra de la muerte de los seguidores del depuesto presidente de Egipto.

En otro orden, los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU señalaron su "preocupación" por la grave situación en Egipto y pidieron a todas partes el final de la violencia. Los miembros del Consejo "rechazaron toda forma de violencia", dijo a la prensa la presidenta de turno del órgano la embajadora argentina, María Cristina Perceval, al final de una reunión a puerta cerrada.

También el jefe de asuntos políticos de Naciones Unidas, Jeffrey Feltman, anunció que viajará la próxima semana a El Cairo y "espera" reunirse con las autoridades egipcias para abordar la conflictiva situación en ese país. Así lo expresó el portavoz de la ONU, Eduardo del Buey, quien detalló que el secretario general, Ban Ki-moon, pidió al diplomático estadounidense que viaje a Egipto y a otros países de la zona.

La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, por su parte, aseguró que la responsabilidad de la "tragedia" en Egipto recae principalmente en el Gobierno interino y anunció que los Veintiocho (países europeos de la UE) discutirán posibles medidas en respuesta a la violencia que se vive en el país.

El presidente de Francia, Francois Hollande, y el primer ministro italiano, Enrico Letta, llamaron al cese de la violencia en Egipto y defendieron la "necesidad" de una reacción europea coordinada. La presidencia francesa informó que Hollande y Letta se entrevistaron por teléfono y coincidieron en pedir el fin de la violencia en Egipto, el respeto de los derechos humanos y el "relance del diálogo nacional".

Desde el gobierno de España se pidió a Egipto que las fuerzas de seguridad del país se comporten con "contención" y eviten el derramamiento de sangre como paso previo para rebajar la tensión, recuperar la normalidad institucional y avanzar en la transición política.

En Venezuela, en tanto, el presidente Nicolás Maduro, anunció la retirada del embajador en Egipto y afirmó que la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) pedirá al mundo que reaccione y se restituya al depuesto presidente Mohamed Mursi en el poder. Maduro dijo que es necesario que "los distintos países del mundo reaccionemos y se pueda restablecer la constitucionalidad y el derecho a la paz", en el país árabe.