"No hay reuniones previstas. Estamos esperando recibir nuestro dinero", dijo la vocera del Ministerio de Energía ruso, Olga Golant, para contradecir al comisario de Energía de la Unión Europea (UE), Günther Oettinger, quien había anticipado un encuentro para mañana entre la empresa rusa Gazprom y la ucraniana Naftogaz.

Oettinger pretendía aprovechar el fin de semana antes de que el lunes venza el ultimátum dado por Rusia para cortar el grifo del gas si su petrolera estatal no recibía los 1951 millones de dólares (1400 millones de euros) adeudados por Ucrania en concepto de importación. No obstante, el funcionario de la UE dijo ser "optimista" de que las partes harán "todo lo necesario para evitar cualquier interrupción (del suministro) y para evitar cualquier cambio esencial".

El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, ordenó al Gabinete y a Naftogaz prepararse para el cierre del suministro del gas ruso al territorio ucraniano a partir del lunes y les pidió preparar una demanda judicial contra Gazprom ante el Tribunal de Arbitraje de Estocolmo, por "violación a la seguridad energética de Ucrania y la UE".

Mientras, los ministerios de Asuntos Exteriores y de Energía deberán notificar a la UE y a Estados Unidos "sobre la intencionada ruptura por parte de Rusia de las negociaciones (...) y el rechazo de propuestas constructivas de Ucrania que responden a la postura de la Comisión Europea".

Ucrania tiene una deuda con Rusia por el gas ya suministrado pero se niega a saldarla hasta que Moscú no reduzca el precio por el combustible, que elevó tras el inicio de la crisis ucraniana. Si Rusia corta el suministro ello afectará también a parte de Europa, a la que llega el gas a través de territorio ucraniano.