"Estar hoy allí en esa Plaza con el papa y Raúl Castro sentado al lado, con el Che que nos miraba también Camilo Cienfuegos fue muy fuerte, porque está todo vinculado con nuestra historia", afirmó la jefa de Estado.

"Me parece que la historia va tomando su rumbo, que muchas veces es impredecible, que por ahí premia a muchos y enoja a otros, pero que es la historia, que es así: uno puede entenderla o tratar de decodificarla pero nunca enojarse con ella", agregó.

"Yo me pregunto qué habrá sentido el Papa, un argentino dando misa en Cuba, y agradeciéndole a Raúl Castro la labor que está desempeñando el país en el acercamiento entre el gobierno colombiano y las FARC en ese tan ansiado proceso de paz", destacó.

De esa manera, la presidenta calificó como "emotiva y shockeante" la histórica misa y describió: "Era como que el Che miraba al papa, que estaba a su izquierda".

Luego, Cristina volvió a encontrarse con Fidel poco antes de la vuelta de la mandataria a la Argentina. Cristina evitó hacer declaraciones sobre el encuentro con el mayor de los Castro, con quien ya se había reunido en ocasiones anteriores durante sus visitas a la isla, que con esta última que acaba de culminar, cuentan cuatro desde 2009.

Antes de emprender el regreso, a las 15.36 hora argentina, Cristina también destacó su encuentro con Raúl Castro y lo calificó como "muy bueno" y "agradable". "Cuando vengo a Cuba me siento muy bien porque los cubanos me tratan como si fuera una compatriota", aseveró la mandataria.