El Boeing 777-200 de America Airlines en el que viajó el sumo pontífice argentino aterrizó en el aeropuerto internacional JFK de Nueva York poco después de las 17.10 de Nueva York.

El pontífice fue recibido por el obispo de Brooklyn , Nicholas DiMarzio, y ovacionado por decenas de personas, antes de subir a un helicóptero que lo trasladaba a Manhattan.

Sonriente, saludó a unos niños en la pista de aterrizaje y luego se acercó al vallado desde donde era aclamado por personas que agitaban pequeñas banderas del Vaticano.

Luego, Francisco, quien pasará solo 36 horas en Nueva York, realizó una oración en la Catedral San Patricio en la Quinta Avenida, donde volvió a condenar a los pedarastas. En el camino a la iglesia, miles de personas saludaron al pontífice en su paso por la Quinta Avenida.

A bordo del papamóvil, Francisco recibió una impresionante ovación en la avenida más célebre de Manhattan, vallada y bajo un rígido dispositivo de seguridad de la policía.

Mañana hablará ante la Asamblea General de la ONU, ofrecerá un servicio interreligioso en el Museo del 11 de Septiembre, visitará una escuela católica en Harlem, encabezará una procesión en Central Park y cerrará su visita con una misa en el Madison Square Garden.

Toda la ciudad de Nueva York está bajo un rígido dispositivo de seguridad ante los desplazamientos de Francisco que coinciden con la llegada de decenas de jefes de Estado para participar de la sesión anual de la Asamblea General de la ONU.

Francisco partirá el sábado por la mañana a Filadelfia, última etapa de su gira estadounidense.