La mujer, también docente, Sandra Rodríguez, pidió que "esta persona", en alusión a Sobisch, "renuncie", reclamo que generalizarán hoy los gremios estatales adheridos a la CTA y otros agremiados a la CGT en el paro total que cumplirán en esta jornada.

"La forma de ayudarme es que realmente esta persona se vaya, que renuncie a su cargo", reclamó la maestra, quien planteó que se trata de "una cuestión de cómo seguimos de ahora en adelante, con el peso moral y psicológico de lo que ha implicado esto", sin que se aleje del cargo Sobisch.

Sobre su estado de ánimo, expresó: "De día es la vida pero de noche es la muerte: me deprimo pero me levanto".

Luego de agradecer a "toda la gente que me está acompañando", confió atravesar un momento "muy difícil" ya que "una muerte es difícil para cualquiera, pero cómo ha sido este asesinato, es muy difícil de manejar".

Pero señaló que, con sus hijas, "puedo asegurar que somos muy fuertes; como decía mi Negro, de buena madera".

Actualmente, relató, "me deprimo, me levanto, me deprimo, me levanto, por ahora estoy así, el día parece ser la vida y la noche parece ser la muerte, o el sentir que se fue", su marido.

Sobre los reclamos, aseveró ser "maestra de alma" y que "todo el mundo crea que no valemos nada, yo no me lo creo", y que "en la provincia estamos muy mal en lo salarial, es muy difícil vivir en Neuquén hoy".

La docente admitió que su primer día de clases "no me lo puedo imaginar, como tampoco puedo imaginar mi vida".

De vuelta sobre el violento episodio que terminó con la vida de su marido, acusó que "los fusilamiento son de frente, este fue un asesinato muy cobarde".