El partido fue suspendido por el árbitro Diego Abal cuando a los 14 minutos de juego una bomba de estruendo dejó en estado de inconsciencia al arquero de Estudiantes, Walter Cáceres.

Tras la suspensión, los hinchas de Brown, que estaban ubicados en el anillo superior del estadio, arrancaron los asientos de las plateas y las arrojaron a la cancha.

Posteriormente, en el momento más dramático del frustrado mediodía futbolístico, los mismos exaltados arrojaron un puesto de venta de bebidas gaseosas a la tribuna donde estaba ubicado otro grupo de hinchas de Almirante Brown.

El puesto quedó destruído tras impactar estruendosamente contra el cemento de la tribuna baja y no provocó una tragedia porque en el lugar donde cayó no había gente.

El estadio de Racing será mañana escenario del partido entre el equipo local y Estudiantes de La Plata, por la 17ma. fecha del torneo Clausura de fútbol, aunque las condiciones en que quedó parte de la cancha distan de ser las ideales.

Fuente: Télam