El ex capellán policial, Cristian Von Wernich siempre negó haber visto personas torturadas o maltratadas en dependencias policiales y descartó que esas sedes funcionaran como centros clandestinos de detención.

Al ser indagado por la justicia federal por los delitos que serán juzgados a partir del próximo 5 de julio, Von Wernich siempre atribuyó su presencia en dependencias policiales a su labor de capellán y rechazó que allí funcionaran centros de detención clandestina.

Respecto a Puesto Vasco, Von Wernich dijo desconocer que se llamara así a la subcomisaría de Don Bosco, y explicó que para él "siempre fue una comisaría, con bandera, escudo, personal uniformado" y que estaba dentro "de los lugares que debía visitar como capellán para dar charlas al personal policial".

En ese marco, aprovechaba "para saludar y ver a los que estaban detenidos en el lugar" y reconoció que en esa dependencia vio a "gente conocida" como al periodista Jacobo Timerman, Osvaldo Papaleo, y Ramón Miralles".

Según consta en el requerimiento de elevación a juicio, Von Wernich sostuvo que en las conversaciones que mantuvo con los mencionados detenidos "jamás manifestaron maltrato".

Negó también saber que al puesto caminero de Martínez le dijeran Coti Martínez y que allí funcionara un centro clandestino de detención ya que "eran todos edificios policiales, no habiendo visitado ningún centro clandestino de detención".

Reconoció que en el marco de su "función pastoral" mantuvo contacto con detenidos aunque "al estar detenidos en lugares oficiales, es decir en comisarías o cárceles, presuponía que estaban detenidos legalmente".

Von Wernich dijo que ninguna de las personas detenidas a las que entrevistó en sus recorridos por dependencias policiales le manifestó que hubiera sido torturada.

Sin embargo, expresó que "había situaciones irregulares, en el sentido de que se detenía personas, pero estas situaciones nunca las participó, siempre estuvo en su condición pastoral".

Al ser preguntado acerca de si en sus charlas con los presos le comentaban la situación que éstos vivían, se amparó en el secreto de confesión, pero dijo que les contestaba "...que estén en paz".