Después de los habituales bochazos masivos de ingresantes, la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) volvió a ser eje de un conflicto: la modificación del régimen de regularidad estudiantil motivó el rechazo de los alumnos, que la semana pasada tomaron la facultad. El objetivo de la protesta fue que “no sesione el consejo académico hasta que garanticen que no se va a implementar el nuevo plan de regularización”, contó Manuel De Batista (Unite-PCR), integrante del centro de estudiantes. El decano Jorge Martínez explicó que las nuevas exigencias se vinculan con “la garantía que debe dar la facultad sobre los conocimientos de los graduados”.

Tras la modificación del estatuto de la UNLP, aprobada el año pasado, la facultad debía enviar al Consejo Superior de la universidad los requisitos de regularidad estudiantil. El proyecto impulsado por las autoridades académicas plantea que, para mantener la regularidad, los estudiantes deben aprobar al menos dos exámenes finales por año, de los cuales uno debe ser de una materia anual (hasta ahora, se debe aprobar un final y una cursada). También establece que los alumnos que lleven más de ocho años en la facultad y pierdan la regularidad deberán someter a evaluación sus conocimientos. Con el agregado de que, si pertenecían a un plan de estudios viejo, pasarían al nuevo. Pero uno de los puntos que mayor rechazo causó en el estudiantado es el que indica que los alumnos que lleven más de doce años en la carrera, sean regulares o no, deberán revalidar todas las materias aprobadas con anterioridad.

“La vida útil del conocimiento médico no excede los cinco años. Por eso, si el alumno perdió la regularidad, debe actualizar sus conocimientos”, dijo el decano Martínez a Página/12. Para el funcionario, el nuevo régimen de regularidad priorizaría “la garantía que debe dar la facultad sobre los graduados. Porque el alumno que dejó de estudiar, pero mantiene la regularidad, necesariamente tiene que saber cuáles fueron los avances en la materia antes de graduarse”.

El centro de estudiantes se opuso de plano a la propuesta de las autoridades académicas. “Quieren endurecer todavía más el sistema de regularidad. Lo fundamental es que quieren agregar más materias como condición para mantener la regularidad y, si la perdés, pasás a un plan nuevo donde tenés que rendir otra vez los finales que ya tenías aprobados”, dijo De Batista.

Para instrumentar los cambios, primero debían ser tratados por el consejo académico de la facultad y luego ser tratados por el Consejo Superior. Pero el martes pasado, cuando vencía el plazo para aprobarlo en la facultad, los alumnos se atrincheraron en el edificio e impidieron la sesión del consejo. “Queremos que se abra un debate en el que participen todos los claustros y recién después se tome una decisión”, agregó el dirigente estudiantil.

Por lo pronto, el asunto sigue en el temario del consejo, para cuando logre reunirse. “Estamos abiertos al diálogo y al consenso, pero yo no puedo retirar el tema del orden del día. Lo tienen que hacer los consejeros”, dijo el decano. Por su parte, los alumnos sostienen su rechazo a la medida: “Vamos a tomar la facultad las veces que haga falta hasta que retiren el tema y acepten empezar a discutir”, afirmó De Batista, y acusó a las autoridades de Medicina de haber querido “llamar a la policía por la toma” y negarse “a aceptar la reforma del estatuto de la UNLP, que descarta los exámenes de ingreso por ser restrictivos”.

La Facultad de Medicina platense sostiene una polémica con la UNLP por su decisión de tomar exámenes de ingreso restrictivos para los alumnos, bajo el amparo que otorga la Ley de Educación Superior vigente y contra lo resuelto por la asamblea universitaria que modificó el estatuto el año pasado. Cada año es motivo de polémica el alto grado de alumnos que reprueban en su intento por ingresar a la carrera, casi el 75 por ciento de los aspirantes.

La próxima sesión del Consejo Superior está programada para la primera semana de junio, cuando los consejeros deberían tratar todas las propuestas de adecuación al nuevo estatuto de parte de las facultades.