“Vamos a estar en todas las instancias que hagan falta para impedir que se realice la elección del rector”, avisó la conducción de la FUBA, ayer, tras tomar el Colegio Nacional de Buenos Aires y frustrar las asambleas de profesores y graduados para designar representantes en el Consejo Superior de la universidad. “Se embanderan detrás de la democracia, pero son los más antidemocráticos”, respondió el secretario general de la UBA, Carlos Mas Vélez. Mientras la izquierda estudiantil reclama que se reforme el estatuto antes de elegir autoridades, el rectorado y los decanos analizan reprogramar las asambleas posiblemente para la próxima semana.

Las asambleas de los claustros de profesores y graduados de la UBA tenían que sesionar ayer en el Nacional de Buenos Aires, pero el miércoles a las 19 los estudiantes que responden a la FUBA tomaron el colegio y forzaron a las autoridades de la institución a suspender los encuentros. Durante la noche y hasta las 9 de la mañana, cuando desalojaron el edificio de Bolívar al 100, en el colegio se podía ver a los alumnos universitarios alrededor de una olla de cartón con la leyenda “Vienen a cocinar los negocios de la UBA” y carteles con una caricatura del rector Ruben Hallu, caracterizado como Pinocho con una nariz crecida “por la promesa incumplida de reformar el estatuto en los artículos referidos al cogobierno”, según dijo Cristian Henkel (PO), presidente de la FUBA y consejero superior electo.

“Vamos a darle batalla a la asamblea para elegir rector. Vamos a estar en todas las instancias que hagan falta para impedir que se realice la asamblea”, dijo Henkel a Página/12. Además, los estudiantes objetan que el rector haya decidido adelantar su reelección y convocar a la asamblea para el 14 de diciembre, cuando lo acostumbrado hubiera sido hacerla en marzo o abril próximo. “La convocatoria es antiestatutaria e ilegítima, porque la llaman en vacaciones para intentar impedir la movilización estudiantil”, planteó Itaí Hagman, dirigente de la agrupación La Mella (izquierda independiente). El reclamo estudiantil de una democratización del cogobierno universitario estalló en 2006, con tomas, bloqueos y suspensiones de asambleas, un conflicto que terminó con la elección de Hallu en el Congreso, mientras afuera chocaban militantes y policías. El año pasado se abrió la demorada reforma del estatuto de la UBA y se modificaron más de setenta puntos, pero los referidos al cogobierno institucional no fueron tratados. “En el claustro de profesores está el nudo de lo que planteamos: son una minoría que gobierna como si fuera la mayoría. Retrasamos un paso que les falta para avanzar hacia la asamblea –indicó Hagman sobre la asamblea de los claustros–. Nos vamos a movilizar hasta que logremos nuestro objetivo: que la asamblea para reelegir a Hallu no se pueda llevar a cabo.”

“Lamentablemente, la FUBA se embandera detrás de la democracia, pero tienen una actitud autoritaria y antidemocrática”, afirmó el secretario general de UBA, Carlos Mas Vélez. El funcionario destacó que, la semana pasada, “cuando se realizó la asamblea estudiantil para elegir a los consejeros del claustro, la FUBA no impidió que se realizara. Cuando ven que van a ganar permiten que se desarrolle con normalidad. No saben respetar las reglas de la democracia”, agregó Mas Vélez. El secretario general también respondió las críticas al adelantamiento de la asamblea universitaria: “En ningún caso el estatuto dice que la asamblea no puede reunirse antes. Sí está en el estatuto que los decanos convoquen a los consejeros electos a una sesión especial para elegir las próximas autoridades, y lo mismo se hizo en este caso con la elección de rector”, explicó.

Los funcionarios del rectorado consultaban ayer a los decanos de facultades para evaluar cuándo y dónde realizar las asambleas de profesores y graduados suspendidas. La idea es que sea en lo inmediato –posiblemente la semana que viene–, ya que los consejeros deben estar electos antes del 14 de diciembre para participar del cónclave donde se elegirá al rector.