A un año de la histórica derrota de Franja Morada en la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), el sábado se definirá la próxima conducción estudiantil de la UBA. En el escenario se despliega una profusa atomización de bloques y agrupaciones. “Es un rompecabezas de mil piezas. Un puzzle muy complicado de armar”, comparó un dirigente estudiantil. El Frente 20 de Diciembre que terminó con la hegemonía de la agrupación radical se rompió. Por un lado, quedaron las agrupaciones de izquierda (MST, PO, Venceremos) más algunas independientes (EVET). Por el otro, la mayoría de los independientes (TNT, NBI, PDI, SLM!), que todavía no resolvió si participará del congreso, en rechazo al modo en que se resolvió un conflicto en Ciencias Económicas. Mientras, sin resignarse, Franja apuesta a alcanzar al menos la secretaría general de la federación.
Hasta la semana pasada, varias agrupaciones especulaban con postergar la elección de las nuevas autoridades hasta marzo, a la espera de que aclarase el panorama. Pero la junta representativa de la FUBA decidió convocar al congreso para este 28, desde el mediodía, posiblemente en la Facultad de Filosofía y Letras. El congreso se conforma con 130 delegados: 65 representan a los centros estudiantiles de las trece facultades (cinco por cada uno) y otros 65 corresponden a las distintas agrupaciones, de acuerdo con la cantidad de votos cosechados en las últimas elecciones. Para sesionar, es necesario un quórum de 66 delegados.
Hace un año, el frente ganador estuvo formado por agrupaciones independientes y de izquierda y, sobre los 124 delegados estudiantiles presentes, recibió 61 votos frente a los 33 que logró Franja. Así, durante los primeros seis meses de este año, la presidencia de FUBA fue detentada por los independientes (Iván Heyn, de TNT) y, hasta hoy, la posta fue tomada por el bloque de izquierda (Agustín Vanella, del MST).
Aunque la correlación de fuerzas no se conocerá hasta después de la acreditación de los delegados –el mismo día del congreso–, los cálculos preliminares indican que la conducción podría quedar en manos de lo que quedó de aquel Frente 20 de Diciembre. Ahí se agrupan ahora el MST, el PO, la Venceremos, el EVET (Veterinarias), con un piso cercano a los 36 delegados. El acuerdo de ese grupo consiste en que, si ganan, Agustín Vanella (MST), actual presidente de FUBA, seguiría en la presidencia hasta mitad del 2003, para completar un mandato de un año. Luego asumiría Santiago Gima (PO). La vicepresidencia sería compartida por las otras dos agrupaciones del bloque. Cerca de este grupo, pero no adentro, están los independientes de FANA (Agronomía), EPA (Psicología) y AFO (Odontología), entre otros, además del PC. “El frente que se había formado para sacar a Franja se fue decantando a lo largo del año. Nos fuimos juntando por afinidades ideológicas y ahora hay un grupo más compacto”, apuntó un dirigente del MST. “Este congreso debería servir para consolidar un camino que empezó pero todavía está incompleto –dijo Maximiliano Moreno, de Venceremos–. Hay que ir hacia una integración pluralista que genere cambios profundos en los modelos de organización estudiantil.”
Unos 14 delegados reúnen los independientes de TNT (Económicas), NBI (Derecho), PDI (Psicología), SLM! (Exactas), El Mate (Sociales). Este sector podría no participar del congreso, en disconformidad con la resolución que tomó la FUBA respecto de Económicas. En esa facultad, como un capítulo más de la larga disputa entre TNT y Franja, este año hubo una elección organizada por los radicales y desconocida por las agrupaciones mayoritarias de la unidad académica. Por supuesto, ganó Franja. Pero la FUBA no validó esos comicios: “La federación no reconoce ninguna conducción en el centro de Económicas –explicó Vanella–. Por eso, se resolvió darles sólo los cinco delegados federativos, tal como estaban el año pasado.” Dos le corresponderán a TNT y otros dos a Franja. Pero esa resolución les resta delegados a los independientes, que se sintieron perjudicados. Hoy harían una reunión para definir si entran o no en elcongreso. Al margen, un conflicto similar se produjo en Sociales, aunque allí la FUBA sí reconoce a la presidencia del centro: las elecciones deberían haberse realizado justo en medio de la toma que ocupó el Rectorado de la UBA por más de 40 días. El centro de estudiantes decidió postergar los comicios hasta el año próximo, por lo que la FUBA decidió asignar los delegados en función de las elecciones anteriores, restando la tasa de caída de participación que hubo este año.
Mientras, la agrupación que comandó el movimiento estudiantil de la UBA desde 1983 hasta 2001 ahora está lista “para volver a dar pelea. Posiblemente no para presidir la FUBA, pero seguro para alcanzar la secretaría general”, según contó Maximiliano Minio, dirigente de Franja. “Con 26 delegados, seguimos siendo la primera minoría de la federación y estamos lo suficientemente enteros”, avisó.