Vie 16.08.2013

UNIVERSIDAD  › ENTREVISTA A MIGUEL ANGEL SOSA, TITULAR DEL CONSEJO FEDERAL DE DECANOS DE INGENIERIA

El desafío de los diez mil ingenieros

Sosa describe los problemas de formación con que llegan los estudiantes a las carreras de Ingeniería y explica que las facultades trabajan para mejorar las tasas de graduación. El objetivo es llegar, en 2016, a una tasa de tres egresados por cada diez alumnos.

En la Argentina egresan sólo dos de cada diez estudiantes de Ingeniería y, en total, se gradúan unos 6500 ingenieros al año. A partir de esos datos, que maneja el Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (Confedi), las facultades del sector apuntan a llegar en 2016 a los diez mil egresados por año, a un ingeniero cada cuatro mil habitantes. Miguel Angel Sosa, presidente del Confedi, asegura en esta entrevista con Página/12 que la meta es que de cada diez alumnos inscriptos en Ingeniería se reciban tres. Considera que en las escuelas secundarias “falta formación” en ciencias duras y sostiene que las escuelas técnicas “son una fuente fundamental” para la formación de ingenieros. Sosa propone “un acuerdo nacional” para que las facultades de Ingeniería trabajen en conjunto con las escuelas medias.

–¿Cuántos ingenieros se gradúan por año?

–Actualmente estamos cerca de los 6500 egresados, pero la meta es llegar a los 10 mil ingenieros por año. Apostamos a una meta moderada cuando hay países que presentan metas de un ingeniero cada dos mil habitantes. Nosotros queremos llegar a un ingeniero cada cuatro mil habitantes para 2016. Uno de nuestros objetivos es llegar al 30 por ciento de graduados sobre ingresantes, y aún no lo estamos consiguiendo. Esto es, que de cada diez estudiantes que se inscriben se reciban tres, cuando actualmente estamos por arriba de dos. Pero hace diez años se recibían menos del diez por ciento.

–¿Qué causas determinan que muchos estudiantes no terminen las carreras de Ingeniería?

–Hay una gran deserción de los alumnos, sobre todo en los primeros años, debido a la crisis de formación en el nivel medio. Esto genera deserción, pero también escasa cantidad de ingresantes. También existe un fenómeno nuevo: los alumnos más avanzados tardan mucho en recibirse porque ya están trabajando prácticamente como ingenieros. Eso hace que se retrase sensiblemente su graduación. En toda la Argentina, es seguro que hay más de treinta mil estudiantes que aprobaron 26 asignaturas o más y no terminan sus carreras porque son requeridos en el mundo laboral, y eso es por la gran demanda de ingenieros.

–¿Pero cuáles son los problemas concretos que enfrentan los estudiantes de Ingeniería?

–Existe el problema de la formación en ciencias básicas que recibieron en el nivel medio. Esto hace que los jóvenes no desarrollen vocación por las ciencias duras, como la matemática y la física, que son indispensables para la ciencia, la tecnología y las carreras de Ingeniería.

–¿Qué aspectos se están teniendo en cuenta para revertir ese fenómeno?

–Por un lado, estamos llevando a cabo un proceso de internacionalización. El Confedi está tratando de estrechar lazos con las facultades de Ingeniería de Italia y estamos trabajando fuertemente en la integración en Latinoamérica. Estamos trabajando en un acuerdo de movilidad e intercambio de alumnos, docentes e investigadores. Creemos que hay que seguir contribuyendo a la integración latinoamericana desde la Ingeniería. Es un espacio desde el que podemos abordar problemáticas comunes. Otro aspecto tiene que ver con el desarrollo territorial. Las facultades de Ingeniería están dispersas por todo el país, en territorios con distintas problemáticas. Cada facultad debe mirar sistemáticamente a su entorno y plantear su desarrollo en función de las necesidades de ese entorno. Entendemos que se debe establecer ese reconocimiento a nivel de una política universitaria.

–¿Qué se puede hacer para motivar a los jóvenes a estudiar Ingeniería?

–Puertas adentro se ha hecho mucho. Todas las facultades tienen un curso de nivelación. Todas las facultades tienen una gran preocupación por ayudar a los jóvenes que potencialmente tienen capacidades pero que necesitan apoyo. Puertas afuera, cada facultad ha hecho la articulación que ha podido con las escuelas de nivel medio de su región de influencia. Lo que necesitamos es un acuerdo nacional, donde los ministros de Educación de las provincias acuerden con el ministro de Educación de la Nación para que las escuelas secundarias trabajen codo a codo con las universidades y, en particular, con las facultades de Ingeniería. Es algo que aún no hemos logrado. Las escuelas secundarias son instituciones estancadas, donde no tenemos la posibilidad de colaborar para que el egresado de nivel medio mejore su formación.

–¿Cuáles son las ingenierías más demandadas por las empresas?

–Todas las ingenierías están siendo muy demandadas. En Ingeniería en Sistemas de Información se presentan muchos alumnos, pero la especialidad es tan demandada que sigue habiendo vacantes. En Ingeniería Eléctrica tenemos gran escasez de estudiantes y de graduados. Son carreras que por distintos motivos no se eligen. La desaparición de las escuelas técnicas fue un problema, más allá de que hace algunos años se reestablecieron: son la fuente fundamental para las ingenierías.

Entrevista: Federico Funes.

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