UNIVERSIDAD
› ENTREVISTA CON EL NUEVO PRESIDENTE DE LA FEDERACION
La FUBA quiere voto directo
“Avanzar en la democratización de la UBA” es el principal objetivo planteado por Santiago Gima, el militante del PO que acaba de asumir al frente de la organización que representa a los estudiantes.
› Por Javier Lorca
Freddy, como el personaje de Pesadilla. Así se conoce en la universidad al nuevo presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA): Santiago Gima, militante del Partido Obrero. “Nuestro eje de trabajo va a ser avanzar en la democratización de la UBA”, anuncia, en una entrevista con Página/12. La federación que representa a los 300 mil alumnos de la UBA es conducida por un frente de agrupaciones de izquierda: durante el primer tramo del año, presidencia y vice fueron ejercidas por el MST y la Venceremos. Ahora tomaron la posta el PO y la independiente EVET.
–¿En qué se va a diferenciar la nueva conducción de la anterior?
–Va a haber muchos elementos de continuidad. Desde que le ganamos la FUBA a Franja Morada, el frente fue ganando en homogeneidad política, en apuntar a la unidad con los obreros y piqueteros. En este tiempo se agudizó la contradicción entre las camarillas que dirigen la UBA y los estudiantes. Hay una fuerte crisis de poder. El rector no tiene fuerza propia y se apoya en administradores gubernamentales, que son personal del Gobierno, ajustadores. En el primer cuatrimestre quedó relegado el tema de las relaciones de poder dentro de la UBA, fue un período signado por las protestas contra la guerra de Irak y la defensa de Brukman. Ahora nuestro eje de trabajo va a ser avanzar en la democratización de la UBA. En las facultades votan muy pocos docentes y eso permite que se armen las trenzas que manejan la UBA. Una encuesta que hizo el Instituto Gino Germani muestra que los estudiantes no saben quién es el rector y es lógico, porque no lo votan. Tienen edad para morir en Malvinas, para votar Presidente, pero no para elegir rector o decano.
–¿Qué estrategia seguirá la FUBA para lograr esa democratización?
–Primero vamos a abrir un debate profundo con participación de todo el movimiento estudiantil, docentes y no docentes, y también los que piensan diferente. Después vamos a hacer un plebiscito para que todos opinen sobre la elección directa de autoridades y sobre un aumento salarial inmediato para docentes y no docentes. Porque las autoridades dicen que con el voto directo se licuaría la voz de los profesores: pero hoy, con el voto indirecto, hay 15 mil docentes trabajando ad honorem y miles docentes y empleados bajo la línea de pobreza. Queremos mostrar que la forma de elección de gobierno está directamente relacionada con la forma en que gobiernan.
–¿La federación va a hacer alguna propuesta académica?
–Vamos a proponer un debate integral de las carreras. Está claro que en la UBA fracasó el poner la universidad al servicio del mercado mediante las pasantías y el ingreso de capitales privados. La revalorización de la universidad tiene que pasar por recuperar su relación con la sociedad. La ciencia y el conocimiento deben estar al servicio de las necesidades populares, no de las grandes empresas, como ocurre ahora con muchos convenios.
–¿Cuáles son los reclamos gremiales de la federación?
–Esto está ligado al problema presupuestario y ahí se ve el carácter continuista del Gobierno, que no aumenta este presupuesto miserable y sigue pagando la deuda. Pedimos la duplicación del presupuesto educativo. Por falta de recursos, en las facultades hay hacinamiento estudiantil, lo que deriva en filtros y mecanismos de expulsión de estudiantes. Estamos en contra de eso y exigimos acceso libre para todos. Y más becas de ayuda económica y de investigación. Además queremos un boleto estudiantil y que se abran comedores. Otro reclamo es que se acaben los aranceles en los posgrados y los trámites internos.
–La FUBA denunció que se está produciendo una criminalización de la protesta estudiantil.
–Este es un reclamo central. La crisis de poder dentro de la UBA está derivando en la persecución de estudiantes, en este caso de Arquitectura y de Sociales. La gestión está recurriendo a la Policía para llevar adelante su política y esto se suma a la presencia de seguridad privada en las facultades. Y junto con todo eso, está la judicialización de la protesta. Para contrarrestar el vacío de poder que tienen, amenazan a la oposición. Reclamamos el desprocesamiento inmediato de todos los estudiantes.
–Pese al cambio de conducción, la participación de los alumnos en la FUBA sigue siendo escasísima. ¿Qué autocrítica hace la dirigencia estudiantil?
–Nosotros siempre apostamos a la participación masiva, mientras que cuando conducía Franja las movilizaciones surgían por afuera. No hacemos una lectura en la que tenemos la culpa de la falta de participación. El parate que hay en la universidad está entre la impasse que se ve en el Gobierno, que no sabe qué hacer con la universidad, y la incapacidad del movimiento estudiantil para superar el carácter defensivo de las luchas previas. Vamos a encarar un trabajo más cercano con los centros y a convocar a plenarios para estimular la participación.